PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO
"Purificaos, pedid, recibid y obrad.
Toda la Obra se halla en estos cuatro tiempos"
Por lo general, los alquimistas trabajaban solos hasta el siglo
XVI. A partir de esaépoca, las sociedades secretas más o menos poderosas eran las
que conferían laIniciación. Y fueron ellas las que dejaron rastros suficientemente
perdurablescomo para que podamos volver a encontrarlos en nuestra época.Sin mencionar
a los Templarios, que fueron destruidos prematuramente, la másimportante y famosa
de las Sociedades Herméticas es, incuestionablemente, lamisteriosa Fraternidad de
los Rosacruces. Merced a su impulso, Elías Ashmole(1617-1692) fundó la Masonería
inglesa, de la cual derivan todas las Iniciacionesmodernas.
La Masonería
nos presenta, todavía hoy, las vivas tradiciones del Hermetismo enmuchos de sus
altos grados, y fue Joseph Marie Ragon (1781-1862) quien laestudió, especialmente
desde este punto de vista, en su obra Masonería Oculta (Maçonerie Occulte). Así
es cómo la palabra perdida y reencontrada, del grado 18 del Escotismo –INRI-,se
explica esotéricamente con un aforismo hermético: Igne Natura Renovatur Integra.
La Naturaleza se renueva íntegramente con el fuego. Este fuego no es elcomún:
es la fuerza universal, de la que hablamos hace poco, representada tambiénpor la
“G” que aparece en el centro de la Estrella Llameante.
Los grados 22° y 28°
están también colmados de tradiciones reales de la CienciaHermética.
Además
de estas tradiciones, conservadas sin que sus poseedores lo sepan, ymuchos monumentos
de París son incluso pruebas positivas de las enseñanzas de laFilosofía Hermética.Desde
este punto de vista, citamos en primer lugar la Torre de Saint-Jacques; después,
los Vitrales de Sainte-Chapelle; y finalmente, la Fachada de Notre Dame deParís.
Por último, el siglo XIX vio nacer a muchos alquimistas convencidos. Citamos
enprimer lugar a Cyliani, autor de Hermes develado, que ya mencionamos, en el queafirma
que descubrió la Piedra Filosofal y brinda, con estilo alquímico, el modo defabricarla.
Es curioso observar que este estilo simbólico se emplea inclusoactualmente.
Después de Cyliani, debemos citar a Théodore Tiffereau, antiguo catedrático
dequímica en la Escuela de Nantes y autor de un memorial dirigido a la Academia,titulado
Los metales no son cuerpos simples (1853).A continuación viene el menos serio de
todos, Louis Paul François Cambriel (1784-1850), autor de un deficiente tratado
que lleva por título
La alquimia en 19 lecciones (L’alchimie en 19 leçons).
Tales son los representantes de la Alquimia en nuestra época. ¿Existen otros
enOccidente? ¿Existen Sociedades Herméticas? Esto es lo que no podemos decir.Sin
embargo, puedo hablar de una aventura enteramente personal, que me ocurrióhace casi
dos años.
Alquimia Tradición que no Murió
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