PORTAL CABALLEROS TEMPLARIOS DEL GUAJIRO

NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS SED NOMINE, TUO DA GLORIAM"

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Decadencia, Destierro y Aniquilación de los Templarios



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En 1252, cuando los templarios llegan a la cúspide del Poder total, de manera implícita el Maestre de la Orden asume un poder de nombrar o deponer monarcas.
Los intereses de los templarios iban más allá de la guerra, la diplomacia y las intrigas políticas. De hecho, crearon la Institución de la Banca Moderna, prestando vastas sumas a los monarcas empobrecidos, convirtiéndose en banqueros de todos los tronos de Europa; de igual forma con su red de preceptores en todo el Continente Europeo y en el Oriente Medio organizaron el cobro de intereses modestos, de la transferencia segura y eficiente del dinero de los comerciantes; el dinero depositado en una ciudad, por ejemplo, podía reclamarse y retirarse en otra por medio de pagarés escritos en clave. Así pues, los templarios pasaron a ser los principales cambistas de la época y la preceptoría de París se convirtió en el centro de las finanzas europeas. Incluso es probable que el cheque, tal como lo conocemos y utilizamos hoy, fuera inventado por la Orden.
Los Templarios no comerciaban sólo con dinero, sino también con conocimientos mediante sus buenas relaciones con las Culturas Islámicas y Judaicas devinieron en receptores y transmisores de las nuevas ideas, nuevas dimensiones del conocimiento, nuevas ciencias; gozaban de un verdadero monopolio sobre tecnologías más avanzadas de su tiempo, contribuyeron al desarrollo de la agrimensura, de la cartografía, de la construcción y de la navegación.
Poseían sus propios puertos de mar, astilleros y flota, una flota tanto comercial como militar, las primeras en utilizar la brújula magnética; la necesidad de tratar heridas y enfermedades en las batallas les hizo adeptos y expertos en la medicina y medicamentos. La Orden mantenía sus propios hospitales con sus propios médicos y cirujanos, cuya utilización del extracto del Moho sugiere que comprendían las propiedades de los antibióticos de donde procede la penicilina. Consideraban que la Epilepsia, no como posesión demoníaca, sino como una enfermedad controlable.
El temple en Europa fue haciéndose cada vez más rico, poderoso y satisfecho de sí mismo, quizá no sea extraño que también fuera haciéndose, quizá cada vez más arrogante, brutal y corrompido. Algunas fuentes aseguran que la Orden tenía por norma reclutar a caballeros excomulgados.

SU DECADENCIA
Mientras los templarios adquirían prosperidad, poder y mala fama en Europa, la situación había empeorado seriamente en Tierra Santa. En 1185 muere el Rey Balduino IV de Jerusalén. En la disputa dinástica que estalló tras su muerte; el Gran Maestre de la Orden Gerárd de Ridefort, traicionó el Juramento que había hecho al monarca fallecido, y, a causa de ello, la comunidad Europea de Palestina se encontró al borde de la guerra civil.
De la acción censurable de Ridefort y su actitud desdeñosa ante los Sarracenos precipitó la ruptura de una tregua que hacía años que existía y provocó un nuevo ciclo de hostilidades. En julio de 1187, Ridefort condujo a sus Caballeros, junto con el resto del Ejército Cristiano, a una batalla temeraria, mal concebida en definitiva desastrosa en Hattin. Las fuerzas cristianas fueron virtualmente aniquiladas; y al cabo de dos meses la propia Jerusalén, conquistada hacia casi un siglo, volvía estar en manos de los Sarracenos, en donde intervinieron los Caballeros de Malta, enemigos de los Templarios.
En 1291, había caído ya casi en su totalidad “Outremer” (tierra más allá del mar) como decían los Templarios, así como Tierra Santa, estando bajo el control de los Musulmanes, sólo quedaba Acre, y en mayo de 1291, también se perdió esta última fortaleza.

SU DESTIERRO
A la caída de Acre último bastión templario en Tierra Santa, los templarios instalaron su nuevo cuartel general en Chipre; pero debido a la pérdida de Tierra Santa, razón de su ser y dado que no quedaba ninguna tierra infiel que conquistar y al mismo tiempo fuera accesible, la Orden empeñó a volver su atención hacia Europa con la esperanza de encontrar allí algo que justificase la continuación de sus existencia.
Un siglo antes los Templarios habían presidido la fundación de otra Orden religiosa-militar la de los Caballeros Teutónicos, que habían labrado su propio principado independiente en las fronteras nororientales llamada “El Ordenstaat” u “Ordensland”, que abarcaba todo el Báltico Oriental; este principado que se extendía de Prusia al Golfo de Finlandia, lo que constituye actualmente suelo ruso.
A diferencia de los Caballeros Teutónicos, los Caballeros Templarios no les interesaban las regiones inhóspitas de la Europa Oriental, por consiguiente, soñaban con fundar su Estado en suelo más accesible y acogedor y este lugar era “El Languedoc” (lo que es el Sur de Francia).
El Languedoc en el siglo XIII no formaba oficialmente parte de Francia, era un principado independiente, cuya lengua, cultura e instituciones políticas tenían menos en común con el Norte de Europa, que con España, sobre todo con los reinos de León, Aragón y Castilla, por su cercanía al Norte de España. Principado de familias nobles, como los Condes de Toulouse y la poderosa Casa de Trencavel; en los confines de este principado donde florecía una cultura la más avanzada y compleja de la cristiandad en aquel tiempo, con la única posible excepción de Bizancio.
En la región del Languedoc, tenía en común con Bizancio, donde florecía la filosofía, erudición y otras actividades intelectuales como: la poesía, el amor cortesano; el griego, el árabe y el hebreo eran estudiados con entusiasmo, habían escuelas dedicadas a la Cábala, (en Lunel y Narbona), antigua tradición esotérica del judaísmo; practicaba una tolerancia religiosa civilizada y acomodadiza; el pensamiento Islámico y Judaico fueron importados a través de centros comerciales y marítimos como Marsella o penetraron desde España a través de los Pirineos. En esta región la Iglesia Católica de Roma no gozaba de mucha estima, debido a su notoria corrupción. Desde hacía algún tiempo la nobleza del norte de Europa como la Iglesia Católica de Roma eran conscientes de la vulnerabilidad del Languedoc y ansiaban aprovecharse de ella. Otra cosa que florecía en el Languedoc: era la principal herejía de la cristiandad medieval. Las autoridades eclesiásticas decían que el Languedoc estaba infectado, por la herejía Albigense “La Sucia Lepra del Sur”.
Desde sus primeros tiempos la “Orden del Temple”, había mantenido cierta relación efusiva y comprensiva con los Cátaros, especialmente en el Languedoc. Muchos terratenientes ricos-cátaros o simpatizantes de los Templarios, habían regalado grandes extensiones de tierras a la Orden. Se decía que cuando menos uno de los cofundadores del Temple era un Cátaro.
Se dijo que durante la Cruzada contra los Albigenses (Cátaros), los templarios permanecieron neutrales, limitándose al papel de testigos. Al mismo tiempo, sin embargo, parece que el Gran Maestre del momento dejó bien sentada la postura de la Orden cuando declaró que en realidad había solo una cruzada verdadera: La Cruzada contra los Sarracenos.
Asimismo, en las crónicas de la época revela que los Templarios ofrecieron refugio a los numerosos furtivos Cátaros y a veces dan la impresión de haber empuñado las armas en defensa de éstos refugiados. De igual forma en esta cruzada contra los Albigenses, en la lista de la Orden del Temple correspondiente a este periodo, revelan que numerosos Cátaros ingresaron a filas del temple. A decir verdad, dichas listas muestran que una elevada proporción de altos dignatarios de la Orden del Temple procedían de familias cátaras, confirmándose la relación y fusión de los Templarios con los Cátaros.
En el Languedoc, los funcionarios del Temple eran con mayor frecuencia Cátaros que Católicos.
Debido al contacto con las culturas Islámica y Judaica, los templarios ya habían absorbido muchas ideas ajenas al cristianismo ortodoxo de Roma; además tenía una estrecha relación con las comunidades judías, con sus intereses financieros y con su erudición, así pues, los Templarios habían tenido contacto con muchas cosas que normalmente Roma no aprobaba y desde luego con la entrada de los Cátaros a la Orden empezaron también a tener contacto con el Dualismo Gnóstico, eso suponiendo que nunca antes lo hubieran tenido.

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SU ANIQUILACIÓN
En 1306 El Rey Felipe IV de Francia, conocido como “Felipe el Hermoso”, deseaba vivamente limpiar su territorio de Templarios.
Los Templarios, eran eficientes y estaban muy bien adiestrados, por lo que constituían una fuerza militar mucho más poderosa y mejor organizada que las que el Rey tenía bajo su mando. En esos momentos incluso su lealtad al Papa era nominal. Felipe el Hermoso carecía más bien no ejercía ningún control sobre la Orden, a la que inclusive debía dinero, y que también había buscado refugio en la Preceptoría del Temple al huir de las turbas rebeldes de París, es más codiciaba la inmensa riqueza de los Templarios, además había solicitado su ingreso a la Orden, en calidad de Postulante; quien había sufrido la indignidad de ser rechazado altivamente.
Estos factores en su contra y unidos otros, como por supuesto, la alarmante perspectiva de tener un Estado Templario Independiente a sus espaldas, bastaron y derramaron la gota del vaso para incitarle a actuar, y además la herejía fue una causa oportuna para atacarlos.
Ante todo Felipe IV el Hermoso, tenía que asegurarse de la Cooperación del Papa en ese momento, a quien los Templarios, al menos en teoría, debían lealtad y obediencia.
Entre 1303 y 1305, el Rey de Francia, Felipe el Hermoso y sus ministros proyectaron el secuestro y la muerte del Pontífice (Bonifacio VIII) y muy posiblemente el asesinato por envenenamiento de (Benedicto XI).
En 1305 en el mismo año Felipe el Hermoso, logró que se eligiese Papa a su propio candidato el Arzobispo de Burdeos Bertrand de Goth mejor conocido como Clemente V, quedando en deuda por la influencia de Felipe IV, no pudiendo rechazar las exigencias del Rey, y entre esas exigencias estaba la supresión de los Caballeros Templarios.
El Rey Felipe IV, el Hermoso, planeó sus jugadas cuidadosamente, redactó una lista de acusaciones basada en parte en los informes de sus espías infiltrados en la Orden del Temple, y en parte en la confesión voluntaria de un supuesto Templario renegado, como los delitos de: Que los templarios adoraban a un demonio llamado Baphomet; de infanticidio; de enseñar a las mujeres a abortar; de besos obscenos; de instigación a los postulantes o iniciados; de homosexualidad; de negar ritualmente a Cristo; de repudiar, pisotear y escupir sobre la cruz.
Y así Felipe IV el Hermoso, pudo actuar por fin, y cuando descargó el golpe, de manera súbito, rápido, eficiente y letal, en una operación de seguridad al estilo de la S. S. o de la GESTAPO Alemana.
Así el Rey Felipe, envió órdenes selladas y secretas a sus senescales de todo el país, para que se abrieran simultáneamente en todas partes y ser cumplidas en el acto mismo.
Al amanecer del día viernes 13 de octubre de 1307, todos los Templarios de Francia serían apresados por los soldados del Rey y quedarían detenidos, sus preceptorías serían incautadas en nombre de la Corona; sus bienes serían confiscados. Aunque el golpe al parecer fue por sorpresa, el Rey no logró apoderarse de su inmensa riqueza de la Orden, nunca dieron con ella, ya que el fabuloso tesoro de los Templarios sigue en misterio.
El Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, poco antes de las detenciones, hizo quemar muchos libros, reglas y archivos de la Orden; también un Caballero que se retiraba de la Orden en aquel momento de las detenciones, el Tesorero (Hugues de Pairaud) de la misma le dijo que su decisión era extraordinariamente “sabia”, toda vez que era inminente una catástrofe; en ese momento se envío órdenes a las preceptorías de Francia haciendo hincapié en que no se diese a conocer ninguna información relativa a las costumbres y rituales de la Orden.
Existen rumores persistentes pero no comprobadas, hablan de que el tesoro fue sacado en secreto de la preceptoría de París, al amparo de la noche y que fue transportado en carretas hasta la costa, seguramente hasta Rochelle o tal vez hasta Marsella bases navales de los Templarios, cargado de 18 galeras, de las cuales nunca más se supo, sea cierto o no.
Finalmente, en marzo de 1314, el Gran Maestre de la Orden Jacques de Molay, junto con Godofredo de Charney, preceptor de Normandía, y el Tesorero de la Orden Hugues de Pairaud, fueron quemados vivos a fuego lento en la Pira de la Santa Inquisición en La Isla de los Judíos. (ile-des-Javiaux),
Y así acaba la enigmática historia de los Templarios, que en todo caso de eliminarlos por completo no fue del todo afortunado. El propio yerno de Felipe IV, por ejemplo Eduardo II de Inglaterra, al principio acudió en defensa de la Orden.
En otras partes como Escocia, Lorena, Alemania, la eliminación de los Templarios, chocó con muchas dificultades, por lo que la Orden jamás quedó totalmente disuelta. En otros lugares con mayor suerte como Alemania y España hallaron refugio en los Caballeros Hospitalarios de San Juan, así como en los Caballeros Teutónicos.
Cuenta la historia que en Portugal la Orden fue exonerada tras una investigación y se limitó a cambiar de nombre, pasando a llamarse “Caballeros de Cristo”. Según Vasco de Gama era Caballero de Cristo y el Príncipe Enrique el Navegante era el Gran Maestre de la Orden.
Así, los barcos de los Caballeros de Cristo navegaban bajo la conocida Cruz Paté. Y fue bajo la misma Cruz como las Tres Carabelas de Cristóbal Colón cruzaron el Atlántico y llegaron al Nuevo Mundo. El propio Cristóbal Colón estaba casado con la hija de un ex caballero de Cristo y pudo haber utilizado la cartografía de navegación y los diarios de su suegro para navegar a América.




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