Chief Warrant Officer 2
Francisco Javier Martín Ruiz Gómez
Que Dios Te tenga en su Gloria, Hijo mío
Orlando, Florida
ENC 1101
Profesora:
Tonia Rigsby
Alumno: Emilio José Ruiz
Fecha: 29 de enero de 1999
Asunto: Una descripción del
día que perdí a mi hermano mayor.
Propósito: Un ensayo
escrito en primera persona,
reflexionando sobre una experiencia
personal utilizando Técnicas descriptivas y narrativas.
Ocasión: Una oportunidad para expresar el sentimiento de
perder a la persona más cercana en mi vida.
Audiencia:
Mis compañeros en ENC 1101.
Lo que comenzó como un día normal terminó
como un día que cambió toda mi percepción de la vida.
Era
un hermoso día de verano.
Uno que parecía como si nada malo
pudiera pasar.
Sin embargo, recordaré el 18 de junio de
1996 por el resto de mi vida.
Me desperté el martes por
la mañana con mi resaca habitual de la noche anterior.
Como
era un día tan hermoso, hice planes para ir a la playa con
algunos de mis amigos.
Luego vino la llamada telefónica
habitual de mi madre.
Quería saber qué estaba haciendo ese
día.
Después de explicarle mis planes, colgué rápidamente
y me fui a disfrutar del sol.
Después de otro día en la
playa, esa noche fui a trabajar.
Trabajé durante unas horas
hasta que mi gerente se acercó a mí con una expresión inusual
en su rostro.
Me dijo que tenía que irme a casa.
Pensé que
me estaba jugando una broma a pesar de que todavía tenía
una mirada triste en su rostro.
Decidí llamar a mi casa
para ver cuál era el problema, o si lo había.
Mi hermana,
Karen, contestó el teléfono sonando molesta.
Quería saber
qué estaba mal; sin embargo, ella me dijo que fuera directamente
a casa.
Esto me hizo darme cuenta de que algo no estaba
bien con mi familia y comencé a preguntarme qué podría haber
pasado.
Cuando salía del trabajo, me sorprendió ver a mis
dos tíos en la puerta.
Mi tío más cercano me preguntó si
podía acompañarme de regreso a mi casa.
Tomé el camino largo
a casa en lugar de mi camino habitual.
No se dijo mucho
en el camino a casa.
Parecía como si estuviera luchando
por las palabras.
Cuando nos acercábamos a mi casa, me dijo
las peores cuatro palabras que había escuchado en mi vida:
"Tu hermano ha muerto".
Estaba tan sorprendida que detuve
mi coche en medio de la carretera y me volví hacia él.
Me
dijo que fuera fuerte, que no mostrara que estaba sufriendo
y que apoyara a mi mamá y al resto de mi familia.
Cuando
llegué a mi camino de entrada, Karen me estaba esperando.
Me abrazó y me decía: "No puedo creer que Frankie esté muerto",
una y otra vez.
Todavía no estaba lista para ver a mi mamá,
así que Karen y yo fuimos a dar un largo paseo.
Explicó
lo que había sucedido; estuvo involucrado en un accidente
de helicóptero.
Me dijo en qué condición estaba mi mamá
y me preparó para entrar a mi casa.
Cuando vi por primera
vez a mi mamá, ella estaba gritando y llorando "mi hijo".
Seguía diciéndolo una y otra vez.
Cuando finalmente la abracé,
las primeras lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro.
Seguía preguntándome por qué, y no tenía respuesta para
ella.
Fue entonces cuando supe que mi vida nunca volvería
a ser la misma.
Más tarde, entré en mi habitación para estar
solo.
Encontré una foto de mi hermano y la desmenucé.
Fue
entonces cuando comencé a llorar y sentí que nunca podría
parar.
Toda mi familia que vivía en el área vino esa noche.
Esta muerte fue tan inesperada para mi familia y nos ayudamos
mutuamente a lidiar con nuestros dolores separados.
Aunque
sabía que toda mi familia estaba sufriendo, sentí que el
dolor que sentía era diferente.
Mis padres se habían separado
cuando yo era muy joven.
Frankie era quince años mayor que
yo y lo veía no solo como un hermano, sino también como
una figura paterna.
No me pareció justo que esto sucediera.
A medida que crecí, nuestra relación se hizo más estrecha
y ahora él se había ido.
Mi vida adulta apenas comenzaba,
justo cuando pensaba que más lo necesitaría.
Sentí que se
había ido demasiado pronto.
Mi mamá me despertó al día siguiente.
Por un momento pensé que todo estaba bien.
Cuando vi la
expresión de mi mamá recordé lo que había pasado.
Mi hermano
está muerto, pero hice las maletas para verlo por última
vez.
En lugar de empacar para ir nuevamente a la playa,
empaqué para irme a Tennessee donde lo iban a enterrar.
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