El Plebeyo
Jorge Huirse
Vals Criollo del Perú
Letra: Felipe Pinglo Alva
Música: Felipe Pinglo Alva
La noche cubre ya con su negro crespón
de la ciudad
las calles que cruza
la gente con pausada acción.
La luz artificial
con débil proyección
propicia la penumbra que esconde
en su sombra
venganza y traición.
Después de laborar,
vuelve a su humilde
hogar
Luis Enrique, el plebeyo, el hijo del pueblo,
el hombre
que supo amar.
Y que sufriendo está esta infamante ley
de amar
a una aristócrata siendo plebeyo él.
Trémulo de emoción, dice
así en su canción:
El amor, siendo humano tiene algo de divino,
amar no es un delito porque hasta Dios amó.
Y si el cariño es
puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarnos quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque plebeya, también tiñe de rojo
el alma en que se
anida mi incomparable amor.
Ella de noble cuna y yo humilde plebeyo,
no es distinta la sangre ni es otro el corazón.
¡Señor por qué los
seres no son de igual valor!...
(Esta letras no están cantadas)
(Así en duelo mortal abolengo y pasión
en silenciosa lucha condenarnos
suelen a grande dolor
al ver que un querer porque plebeyo es,
delinque si pretende la
enguantada mano de fina mujer.
El corazón
que ve destruido su ideal
reacciona y se refleja en franca rebeldía
que cambia su humilde faz.
El plebeyo de ayer es el rebelde
de hoy
que por doquier pregona la igualdad en el amor.
El plebeyo
de ayer es el rebelde de hoy
que por doquier pregona la igualdad
en el amor.)
Trémulo de emoción, dice así en su canción:
El
amor, siendo humano tiene algo de divino,
amar no es un delito porque
hasta Dios amó
Y si el cariño es puro y el deseo es sincero
¿Por qué robarnos quieren la fe del corazón?
Mi sangre aunque
plebeya, también tiñe de rojo
el alma en que se anida mi incomparable
amor.
Ella de noble cuna y yo humilde plebeyo,
no es distinta
la sangre ni es otro el corazón.
¡Señor por qué los seres no son
de igual valor!...
Regresar a Jorge Huirse
Búsqueda en el
|