Hermelinda
Oscar Avilés
Vals Criollo del Perú
Letra: Alberto Condemarín Vásquez
Música: Alberto Condemarín Vásquez
Escucha, amada mía, la voz de los cantares
que
brotan de mi lira con desolado son,
malévola es tu ausencia,
temiendo mil azares,
enferma tengo el alma y herido el corazón.
Ya para mí las aves no cantan sus amores,
ni vierte su
perfume la aurora matinal,
ni el tímido arroyuelo, que bulle
entre las flores,
tu rostro peregrino refleja en su cristal.
¡Qué triste, amada mía, los días amanecen,
qué lentas son las
horas que estoy lejos de ti!
Para calmar la duda que tormentosa
crece,
acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.
Seré tu
fiel amante que solitario llora
al recordar las horas de dicha y
de placer,
bañada con mis lágrimas tu frente encantadora,
tus
ojos dos luceros fijados hacia mí.
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