Aldeana
Alicia Maguiña Málaga
Vals Criollo del Perú
Letra: Felipe Pinglo Alba
Música: Felipe Pinglo Alba
En la apacible quietud de la aldea,
donde la vida es un himno de paz,
eres el hada grácil y ligera,
que a su paso esparce la felicidad.
En la visión definida y serena,
del que juzga el mundo cual
fuente del mal,
eres, aldeana, lo que mi alma espera,
eres la
belleza llena de humildad.
La aurora, que trae el eterno mañana,
al enviar sus rayos, alumbra tu ser;
alzas el rostro a dar gracias al
cielo
y entonces te muestras divina, mujer.
Sus rayos de plata
con tintes de perla,
a tu faz circundan, cual un medallón,
y en
aquel instante muestras la pureza
de un ángel terreno mimado de Dios.
Los seres tan puros siempre en su alma llevan,
nobles
sentimientos, ternura y bondad,
que amables prodigan, cual bálsamo
eterno,
a quien necesita remedio a su mal.
Yo soy un rebelde
de esa gran mentira
que llamamos vida y la muerte da,
aldeanita
hermosa, graciosa y tan bella,
la dicha que ansío, tu amor me dará.
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