Un discurso político o uno "espiritual" que apele a la emotividad,
está dirigido a personas emotivas e instintivas que son las mayorías, fáciles de
caer en todo tipo de trampas por eso. En tanto los intelectuales, no están muy despiertos
tampoco, o tienen doble moral o justifican soluciones parciales por creerlas convenientes.
Por este motivo, nunca se termina llegando al fondo de las cosas o de situaciones.
Queda todo siempre en lo superficial. Es mas muchos creen que lo conmovedor es algo
profundo. Eso es como comprar porquerías seducidas por un lindo envase o una buena
propaganda. Es necesario pensar con rigor, discernir y contemplar con conciencia,
caso contrario solo es mera identificación.
Todas las teorías anarquistas
desde Mikhail Bakunin en adelante son una sarta de cojudeces, como lo son también
las de Adam Smith, las de Marx y Charles Robert Darwin. Lo son por no haber tenido
en cuenta el todo de lo humano. Las únicas excepciones son el pensamiento del conde
León Tolstói, "El Apoyo Mutuo" del príncipe Piotr Kropotkin y el "Manifiesto" de
Theodore John Kaczynski. Por supuesto que no entran en circuitos académicos, porque
no le conviene a nadie.
Como dijo Castañeda: "La confianza del guerrero no
es la confianza del hombre corriente. El hombre corriente busca la certeza en los
ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad
en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre corriente está enganchado
a sus semejantes, mientras que el guerrero sólo está enganchado al infinito".
Cuando el alma madura, ya no desea salvar al "mundo", sino salvarse del "mundo",
y en ese salvarse contribuye más al mundo que todos los "benefactores" del mundo.
Si esto se extendiera en otras almas salvaríamos también al mundo. Sucede que esta
el discurso de: ¿Salvarnos de qué? Es el discurso de la ceguera. El de quien quiere
todo sin renunciar a nada. El alma "púber". La piedra es la Verdad, y es esa que
rechazan los constructores. Y ¿Quiénes son los constructores? Aquellos que han construido
este estado de cosas, aquellos que han elegido la falsa luz y rechazado la Verdad
por conveniencia. Los grupos que fueron diagramando y construyendo este desastre.
Quien rechaza la Verdad por fuera, más todavía la rechaza por dentro y eso se llama
fariseo.
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