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Raíces Rituales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
en las Tradiciones Masónicas Novohispanas y
Mexicanas de los siglos XIX al XXI


Grabado 1970
Grabado del siglo xviii que representa una Tenida Masónica.




Resumen

Los rituales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado tienen antecedentes en una Orden del siglo XVIII y en leyendas vinculadas al rey Federico de Prusia. Los antiguos rituales escoceses fueron la base de los usados por los Supremos Consejos regulares del mundo, con un contenido trascendente, cabalístico ''secreto'', que pudo haberse perdido; otros grupos irregulares de Europa, de Estados Unidos y del Caribe, arraigaron sus tradiciones en la Nueva España y en México. Algunas ideas de sus rituales afectan su doctrina hasta el siglo XXI, limitándola a fines políticos, al anticlericalismo y la intolerancia contra otros ritos masónicos.

Palabras clave: Masonería; Rito Escocés; rituales masónicos; Masonería en Nueva España; Masonería en México.

Introducción

Si bien para esta investigación fueron analizados un número extenso de rituales masónicos, las conclusiones, como era de esperarse, tienen como limitante la muestra de las fuentes localizadas, puesto que no se contó con todos los rituales deseados. Aun con ello, fue posible realizar una hermenéutica comparativa coherente, en una línea de tiempo que permitió advertir las permanencias, las influencias, las rupturas y los cambios más significativos durante un lapso de un poco más de dos siglos, también realizar un acercamiento al objeto de estudio, para clasificar los rituales por su origen, influjos y su posible relación, en la misma línea hecha por otros especialistas han estudiado previamente los rituales escoceses en otras tradiciones de otras latitudes, contribuciones que se han tomado como base de este estudio.

Este artículo consta de nueve partes:

  1. Antecedentes de los rituales escoceses;
  2. Orígenes rituales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (R.E.A.A.);
  3. El R.E.A.A. en Nueva España;
  4. Rituales del Supremo Consejo de Luisiana y del Supremo Consejo de la Jurisdicción Sur de los Estados Unidos;
  5. Rituales del R.E.A.A. del Supremo Consejo de la Jurisdicción Norte de los Estados Unidos;
  6. Rituales del Gran Oriente de Cuba y Las Antillas (GOCA);
  7. Rituales del R.E.A.A. en México en la segunda mitad del siglo XIX;
  8. Rituales del R.E.A.A. en México en los siglos XX y XXI; y,
  9. Conclusiones.

Antecedentes: La Orden del Príncipe del Real Secreto

Estephen Morín creó la Orden del Real Secreto u Orden del Príncipe del Real Secreto en 1763, con 25 grados masónicos atribuidos al Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente, y antedató las Constituciones y Reglamentos de 1762, lo que se ignoró por más de 220 años. Hacia 1763 llevó su Orden a Kingston y, en 1764, a Nueva Orleans. El holandés Henry Andrew Francken, facultado por Morín, en 1767 confirió grados en Albany y transcribió copias de los rituales. El 6 de diciembre de 1768, Francken nombró a Moses Michael Hays, de ascendencia holandesa, Inspector General adjunto del Rito, para las Indias Occidentales y América del Norte, para conferir grados de la Orden de Morín.

Hays viajó a Filadelfia y nombró ocho inspectores generales adjuntos, uno de ellos, Barend Moses Spitzer nombró el 2 de abril de 1795 al coronel de origen irlandés John Mitchell, Subinspector General de la Orden del Real Secreto, quien nombró el 24 de mayo de 1801 al reverendo Frederick Dalcho, prusiano nacido en Londres, Inspector General adjunto y, el 31 de mayo, ambos iniciaron el Supremo Consejo del Grado 33º para Estados Unidos, en Charleston, Carolina del Sur, incluyendo los 25 grados de Morín, con base en las Grandes Constituciones de 1786, presuntamente ratificadas por Federico II rey de Prusia, cuya primera copia es de Dalcho, 1801-02. Las Constituciones y Reglamentos de Morín de 1762 y las Grandes Constituciones de 1786 son documentos ''tradicionales'', no históricos. No obstante, Albert Pike aceptó sin pruebas directas que el rey participó en la creación del Supremo Consejo; y grupos similares aceptan en su origen los Estatutos de 1762 y las Constituciones de 1786 atribuidas a Federico de Prusia; de éstas, una versión latina la adoptó el Supremo Consejo de Charleston, Jurisdicción Sur de Estados Unidos, considerado el grupo ''Madre''. Otra versión, francesa, es el Supremo Consejo de Nueva Orleans, en la Lousiana, y el Supremo Consejo de la Jurisdicción Norte de Estados Unidos.

En el siglo XIX, Albert Pike creyó a la versión latina como legítima y estaba alterada la francesa. Para otros, Federico de Prusia no fue el autor de las Constituciones de 1786. De acuerdo con Michael R. Poll, crearon la leyenda o parte de esta John Mitchell y Frederick Dalcho, porque no tiene sentido aceptar que Mitchell y Dalcho las recibieron alteradas, como Pike pensaba, por Alexandre-Auguste de Grasse-Tilly o Jean Baptiste-Noël Delahogue, la aceptaron como legítima.

El 30 de agosto de 1771, Francken completó los rituales del 15° al 25°, y copió los del 4° al 25° al menos en dos manuscritos, el 30 de octubre de 1783, conservados en el Supremo Consejo, Jurisdicción Norte. El otro, sin fecha, 1786, en la Gran Logia Unida de Inglaterra. Los subinspectores generales debían introducir y desarrollar el rito en las trece colonias británicas. En Carolina del Sur, en Charleston, cuando fue creado el primer Supremo Consejo del grado 33°, el 31 de mayo de 1801, estuvieron presentes los refugiados franceses Grasse-Tilly y Delahogue.

El Supremo Consejo del Sur con sede en Charleston y residencia en Washington, D. C. desde 1870, al inicio ordenó crear logias de Perfección para los grados 4°-14° y consejos para el 15° y el 16°, con base en la circular para los dos hemisferios, y la copia manuscrita de Dalcho de las Grandes Constituciones de 1786, Artículo 6º, que restringían gobernar los grados menores al 17º. El gobierno de todo el sistema del grado 4° al 32° data de la década de 1840 -con el tiempo las estructuras cambiaron de manera diversa, tras el asunto Morgan; y residía en los oficiales del Supremo Consejo. Los grados 30°, 31° y 32° en conjunto constituían el de Príncipe del Real Secreto, Príncipe de los Masones. En 1804, Grasse-Tilly, miembro del Supremo Consejo de Charleston, organizó un Supremo Consejo para Francia, y en un acuerdo entre este y el Gran Oriente de Francia, por primera vez se mencionó el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Orígenes rituales del R.E.A.A.

Los rituales del R.E.A.A. se remontan, por lo menos, a los atribuidos a Frederick Dalcho, uno de los fundadores del Supremo Consejo de Charleston de 1801, de estos, Giles F. Yates, miembro de los consejos supremos de las Jurisdicciones Norte y Sur, integró varios rituales en cinco libros, redescubiertos en 1938 y publicados con otros adicionales del 4° al 33°, entre los que hay dos versiones del 28° y del 29° y tres del 31°; publicados también por Albert Pike como rituales originales y completos del primer Consejo Supremo del grado 33° del Rito Escocés en los Estados Unidos.


Grados de los rituales antiguos del reaa

Año Grados Cantidad
1801 4°, 7°, 11°, 12°, 13°, 15°, 17°, 19°, 21°, 22° 10
1802 14°, 20°, 28° , 29° , 30°, 31° , 32°, 33° 8
1804 23°, 24°, 25°, 26°, 27°, 29° , 31° 7
1805 18° 1
1825 28° 1
1827 31° 1
s. d. 5°, 6°, 8°, 9°, 10°, 16° 6

Los rituales de Dalcho (1801-02) incluyen los grados 4°-13°, 15°, 17°, 19°, 21°, 22°, 28°, 33° y, sin número, el Gran Maestre ecose, o caballero de San Andrés. La revisión de Moses Holbrook ca. 1821-25, manuscrita por varias personas, alude al Manual de la Mazoneria (Cadiz, 1822) y al Thuileur de l'Écossisme (París, 1813, 1821), incluidos en rituales de la Jurisdicción Sur. En 1825, compartieron revisiones y rituales Holbrook y Yates y, en 1827, J. J. J. Gourgas. En 1821, maestros masones de la asociación, estudiaron rituales de los grados 4°-8°, el 9°-13° y el 14°-16°; perdidos los originales de John Mitchell, este y Dalcho copiaron algunos de una fuente común, la transcripción de Mitchell era más antigua y precisa. Yates, ca. en 1823 publicó el primer Scottish Rite Monitor y, en 1826, completó el primer monitor en un volumen del Rito Escocés, sin publicarlo. Revisó los rituales de la Logia de Perfección entre 1823-27, con mejoras, que después fueron la base de los rituales del Supremo Consejo para la Jurisdicción de Estados Unidos.


El R.E.A.A. en Nueva España

A inicios del siglo XIX, en Nueva España, hubo por lo menos cuatro tradiciones escocesas. La primera llegó con oficiales del jefe político superior Juan de O'Donojú, o militares españoles hacia 1813 ca., su Gran Logia Mejicana fue constituida ''bajo el manto colombiano'' con el oidor Felipe Martínez de Aragón como gran maestro y tuvo un Supremo Consejo para Nueva España, 1814 ca., con miembros afines a la corona española, aunque algunos querían adoptar una monarquía limitada, como había sido concebida por los gaditanos en la Constitución de 1812.

La segunda tradición es vinculada con Joseph Cerneau, autor de la Senda de las luces masónicas, quien dedicó la versión consultada a la Gran Logia Española con sede en La Habana en 1821, año en que la fundó. Él fue comendador y jefe de un Supremo Consejo del grado 33°, y fundador de la logia Templo de las Virtudes Teologales. Prescribía el patriotismo, ser ciudadano pacífico, respetar las leyes, no conspirar contra el gobierno. Esta tradición también se involucró en asuntos políticos, y fue muy cuestionada desde Europa y Estados Unidos.

En 1822, se reimprimiría en Madrid el Sueño Mazonico, publicado en La Habana, allí se cuestionaba a esa Gran Logia Española y las disensiones entre ''liberales y serviles, españoles y afrancesados, moderados y tragalistas, Constitucion ó muerte''; se cuestionaba de esa masonería escocesa su uso político.

La tercera tradición, es la presidida por el teniente coronel de infantería Louis de Clouet D'Obernay 33°, quien estableció en 1818 el Consistorio para el 32° de La Habana y de la Veracruz, con certificados masónicos hasta el 33° del Consistorio de Francia en París y facultado para conferir altos grados. El 17 de mayo de 1818 formó el Supremo Consistorio del 32° y siete logias, un Soberano Capítulo Rosa Cruzy otro de Areopagitas. Para 1819, D'Obernay sería Soberano Gran Inspector General y Gran Maestro ad vitam de todas las logias del reino de México. Adicionalmente, en 1822, habría un Gran Consistorio, bajo el Gran Consistorio de la Arcadia, en el puerto de Veracruz, imperio mejicano (sic). A este Consistorio perteneció Melchor Álvarez, importante líder militar pro español, e importante político conservador. A un grupo derivado de esta tradición perteneció Antonio López de Santa Anna, grupo que se separó cuando Cuba y México quedaron en diferente bando tras la independencia; para 1825 era el Consistorio de Yucatán.

Y, la cuarta tradición, hacia 1832, el Supremo Consejo para Terra Firma, Sur América, México o Nueva España, Islas Canarias, Puerto Rico, Islas Ferro, encabezado por el marqués de Santa Rosa, Conde de San Laurent, grupo al que llegó a pertenecer Lorenzo de Zavala. Se originó de la fusión con su similar encabezado por Joseph Cerneau y Elías Hicks. En general, estas cuatro tradiciones fueron consideradas irregulares y con fines políticos, funcionaron más como sociedades patrióticas que como grupos masónicos regulares.


Rituales de los Supremos Consejos de Luisiana y de la Jurisdicción Sur

Al Supremo Consejo de Luisiana pertenecieron autores que influyeron en los rituales de Cuba y de México en el siglo XIX, como James Foulhouze, Charles Lafont de Ladebat y Vicente Antonio de Castro. Los dos primeros querían frenar el avance del Rito York en Luisiana y Nueva Orleans. Foulhouze recibió el grado 33° en el Gran Oriente de Francia. Después, este grupo quiso someterlos al imperio de Napoleón III y, por ello, rompieron con él; Foulhouze se opuso y defendió la independencia y la soberanía de su grupo, además rechazó someter la masonería simbólica a un solo rito, lo cual consideraba sectario.

El 27 de febrero de 1852, el Supremo Consejo de Nueva Orleans publicó un aviso del nuevo consistorio en New Orleans Bee, con nombres de 29 miembros activos del Supremo Consejo del grado 33° de Nueva Orleans, en Luisiana, con acta firmada el 7 de junio de 1852 y aprobada por el secretario de Estado, Charles Gayarre, el 13 de enero de 1853. En julio de 1852, Foulhouze instaló en Nueva York a Henry C. Atwood como Gran Comendador del Supremo Consejo de Nueva York y viajó a Francia para conseguir apoyo. Para Foulhouze, los supremos consejos debían tener Jurisdicciones estatales, igual que las grandes logias.

En 1866, el Supremo Consejo de la Jurisdicción Sur firmó un concordato con el Supremo Consejo de Luisiana, los miembros de este lo disolvieron y se unieron al primero. Charles Laffon de Ladebat, proveniente del grupo de Luisiana, se convirtió en amigo, compañero de trabajo y confidente de Albert Pike, a quien confirió el grado 33°, y renunció a ser diputado del Supremo Consejo en favor de Pike. Ladebat no aceptó todas las revisiones de Pike a los rituales e imprimió las suyas de los grados 18° y 30° en 1856 y 1857, con sinopsis del 4°-17° y 19°-29°. Pike y Ladebat revisaron los rituales del 31° y 32° y, en 1859, Ladebat prestó a Pike la única copia conocida de un manuscrito de François-Henri-Stanislas de L'Aulnaye Thuileur Universel, ou Manuel du Franc-macon (1810). Pike tenía del mismo autor Thuileur des trente-trois degrés de l'êcossisme du Rit Ancien, dit Accepté (1813, 1821), de donde tomó bases para su Book of the Words (1878). Para algunas revisiones, Pike se apoyó en el trabajo de Ladebat, como en su ritual del grado 18° de 1861, que combina el Magnum Opus y la versión de Ladebat de 1856. Ladebat afirmó en una nota en su ritual del grado 18° de 1856, que la explicación filosófica de todos los grados del 1° al 33° la tomó de la obra de James Foulhouze, con ligeros cambios. Es decir, los rituales de Foulhouze influyeron en los de Ladebat y de este influyeron en los de Pike.

Tras trabajar con Ladebat, Pike fue elegido Soberano Gran Comendador en 1859 y, entre 1861 y 1884, continuó revisando los rituales del Rito Escocés de la Jurisdicción del Sur. El ritual del grado 29° pudo resultar de una revisión en 1806, similar a la del Magnum Opus or the Great Work de Albert Pike (1857), obra en la que integró los rituales completos del reaa, con la clave del trabajo secreto esotérico, que no se usa actualmente.

El Supremo Consejo Jurisdicción Sur, el 2 de abril de 1866 resolvió que su dirigente, Albert Pike, preparara un manual para el R.E.A.A., y publicara junto con su Moral and Dogma. En 1872, Pike integró rituales para los tres grados simbólicos con contenido esotérico en Porch and the Middle Chamber: Book of the Lodge y en Esoteric Work of the 1st through 3rd Degree, According to the Ancient and Accepted Scottish Rite, sin las secciones secretas, que completó hasta 1888, en Liturgy of the Blue Degrees. En 1878, en las Liturgies of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Free­masonry incluyó del 4º al 30º, y Book of the Words, hasta el grado 30°. Además, en Old Cahier, basado en un manuscrito encontrado en la Gran Logia de Luisiana en 1860, habla de un ritual del grado 33° y las Constituciones Secretas, reimpreso por la editorial Kessinger con insertos de Charles Thompson McClenachan (1829-1896) obtenidos de Pike, fuente de los rituales de McClenachan. En otra versión del grado 33° anónima y secreta de 1827, no revisado por Pike, aluden a templarios, Kadosh, Federico II y Luis de Borbón como creadores del grado.

La primer parte, ritual de la Logia Azul, en 1872 The Porch and the Middle Chamber, Esoteric Work of the 1st through 3rd Degree -1872, Liturgy of the Blue Degrees - 1888. La segunda parte, grados inefables del 4° al 14°, publicada en 1877. La tercera del segundo templo, grados 15° al 18°, de 1877. La cuarta, grados filosóficos y caballerescos del 19° al 30°, de 1877.

Rituales del R.E.A.A., Jurisdicción Norte

En 1823 fueron publicados los Documents Upon Sublime Free-Masonry in the United States of America, Being a Collection of All the Official Documents which Have Appeared on Both Sides of the Question with Notes, and an Appendix de Joseph M'Cosh. Los últimos grados en el Rito Escocés habían pasado a ser el 29° caballero de San Andrés, el 30° caballero Kadosh, el 31° gran comendador, el 32° sublime príncipe del real secreto, príncipe de los masones, y el 33° soberano gran inspector general. Aunque su orden no estaba completo, porque en los primeros rituales y en una carta de Moses Holbrook de 1827, se referían al grado de caballero Kadosh como el vigésimo noveno o trigésimo grado. En 1858, fue publicado el Monitor of the Ancient and Accepted Rite de Enoch T. Carson, con influencias francesas. En 1864, el Manual of the Ancient Accepted Scottish Rite de William M. Cunningham; y, en 1867, The Book of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry de Charles T. McClenachan.


Rituales del Gran Oriente de Cuba y Las Antillas (GOCA) en Cuba

Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, alias 'Viriato Alfonso de Covadonga', fue un médico cubano, estuvo en Europa en la década de 1820 y regresó en 1829 a Cuba. En la década de 1850 fue condenado a prisión, huyó y tuvo una labor conspirativa entre 1853 y 1856 en México y Estados Unidos. En 1857 ingresó a la masonería hispanofrancesa en Nuevo Orleans y se unió a James Foulhouze en Luisiana. A su regreso a Cuba fundó en La Habana el Gran Oriente de Cuba y Las Antillas el 28 de marzo de 1862; ligado a Albert Pike, se separó de él y formó 20 logias en centros urbanos, en las que, para 1867, militaban conspiradores revolucionarios de 1868. El GOCA fue disuelto el 10 de octubre de 1868 y Antonio de Castro murió en La Habana el 12 mayo de 1869. De Castro creó liturgias con una ideología política conspirativa, para Eduardo Torres Cuevas ''eran un cuerpo teórico coherente que contenía una proposición socio-política para Cuba'' con un ''sabor subversivo''. Combatía en Cuba a la Gran Logia y al Supremo Consejo de Colón -no admitía ''morenos''- afín con Albert Pike, para quien el grupo castrista era un ''Club Central de Jacobinos''.

Para Dominique Soucy, sus liturgias no eran revolucionarias, aunque sí progresistas, rompían con toda la tradición masónica con componentes políticos. Para ella no puede deducirse que eran un texto revolucionario en el sentido político, ni que su autor se propusiera formar a los independentistas en particular, sino mejorar a los cubanos y a la sociedad cubana. Soucy afirma, con base en la composición de una logia, que entre sus miembros había tantos conservadores pro hispanos como independentistas comprometidos a defender a su patria, por supuesto, para unos era España y para otros Cuba.

Pike combatió a Foulhouze con apoyo del jurista Albert Gallatin Mackey. De Castro acusaba a Pike de crear masones grado 33° supernumerarios sometidos a él sin soberanía, contra los Estatutos y las Constituciones del R.E.A.A. Con sus rituales De Castro buscaba incitar a los pueblos políticamente a favor del laicismo, la libertad y el progresismo, lo que en poco tiempo, además iría en sentido contrario del Syllabus anexo a la encíclica Quanta Cura de diciembre de 1864 del papa Pío IX.

Dominique Soucy cita un folleto de Antonio de Castro, en el que afirma que vieron en la masonería ''la escuela más acabada de la educación'', el vínculo que los uniría a los hermanos peninsulares en Cuba, para ''desaparecer las banderías que destruyen a Méjico''. Paradójicamente, como asentamos adelante, la influencia de sus rituales e ideología en México provocó lo contrario, la intolerancia contra los rituales masónicos de los ritos y tradiciones regulares.

Para Antonio de Castro, la masonería como institución educativa cuatripartita, en su educación primaria, grados 1°-5°, estudia al hombre, la soberanía popular (concepción política que por sí misma sería subversiva y contra lesa majestad en el reino español); acusaba a los gobiernos de mantener a gobernados en el pupilaje y la esclavitud -la que era legal en el sur de los Estados Unidos y en Cuba-; y, a la sociedad, de corruptora del hombre, por ello, guerrear era lícito y necesario para asegurar nuestros derechos; enseñar al ignorante, liberar con la ciencia y no explotar, desenmascarar al hipócrita, abatir al ambicioso, la aristocracia y la oligarquía; lo que permite mostrar que sus fines sí eran revolucionarios.

Eran una corriente que se decía masónica, con bases similares a las de una sociedad patriótica paramasónica. Sus liturgias son manuales de política práctica, dirigidas a individuos dominados o esclavizados para su concienciación, liberación y empoderamiento.

Además, Antonio de Castro creía combatir la 'falsa mazonería escocesa', bíblica y religiosa de falsos rituales del escocismo, contraria a lo que consideraba principios de la dignidad.

En su ritual del grado 5°, calumnió al rito York, lo acusó de sostener el protestantismo y los gobiernos con fines materiales por hacer obras de beneficencia; en lugar de habilitar maestros perfectos para resistir y vencer a los enemigos del progreso, al entregarle un signo de mendicidad al Maestro Marcado, según él por influencia jesuita. Para él, oprimían la razón al creer en Dios y en la inmortalidad del alma, por la fe como los jesuitas, y no como verdades sensibles. Con una religión prometedora de una inmortalidad post-mortem, en tanto que la masonería la reconocía desde el nacimiento y no ofrecía un falso futuro para aceptar su envilecimiento y esclavitud. Lo que permite advertir una ignorancia de los rituales del Rito York, puesto que no son documentos religiosos, o una intención de crear una ideología política, aunque sin fundamento.

En la educación secundaria, grados 6°-18°, se estudiaba la sociedad ideal, la ciencia, los principios morales, filosóficos, sociales y políticos, 'las miserias del pueblo', el barbarismo, el envilecimiento. Para él, los pueblos 'civilizados', domesticados, obedecen como bestias, en una servidumbre organizada; con una educación defectuosa y vicios del poder constituido. Para revertirlo, buscaba educar a las masas, enseñar la soberanía popular, legislar para beneficio general y la división de poderes; enseñar que son asalariados el jefe de la República, el senador y el ministro de policía, y que el gobierno no manda; a defender la justicia contra la tiranía; a cuidarse del progresista intelectual, que considera bestias a las masas y las esclaviza, y destruye la fraternidad; además prohibía despojar a propietarios para beneficiar a pordioseros, como algunos socialistas o comunistas. Nadie debía estar por encima de la ley ni para hacer el bien, y debía condenarse a quien vendiera al pueblo.

Enseñaba que solo el pueblo debía nombrar representantes y evitar la aristocracia, oligarquía o casta privilegiada. Instaba a instaurar un gobierno popular a partir de municipios, ayuntamientos, consejos provinciales y un congreso general o de la nación, con delegados del pueblo, con sufragio universal. Apoyaba un sistema tributario justo de contribución directa, basado en producción, propiedad, capital e industria, no la indirecta, que grava artículos de primera necesidad y obliga pagar lo mismo al pordiosero y al millonario, y oprime a la clase media, industrial y productora, que vive del sudor cotidiano para que sus esposas e hijas no se prostituyan; porque la contribución indirecta es aceptada por gobernantes corruptos que arruinan repúblicas e imperios. Que solo el pueblo imponga contribuciones, estudie la economía aplicada a las necesidades del país, no destruya su riqueza ni explote a las masas.

Prescribía establecer un buen gobierno, la libertad de conciencia y religiosa, no solo la tolerancia, frenar la persecución política y religiosa; y no confundir la educación con la religión. Defenderse de tiranos y de conquistadores, de la vileza, el vasallaje y la esclavitud, y defender libertades y derechos incluso por la vía armada; fomentar la riqueza por el bien común, impedir el despojo, preparar a la persona al goce de sus facultades, a la nación su independencia y crear riqueza.

El masón debía sacrificarse por el bien público, la libertad, la independencia y la soberanía de la nación, morir peleando antes que consentir a un tirano; sujetarse a la voluntad de la mayoría, al Congreso de la patria. Establecer la libertad de expresión y de palabra; defender y proteger a los perseguidos por opiniones políticas, religiosas o sociales, aun cuando sean contrarias a las nuestras; castigar al calumniador; y, resignificó el término I N R I como ''La justicia ahora regirá los imperios'', Iustitia Nunc Reget Imperia.

Y, en la educación superior, los grados 19° al 30° estaban dedicados a sacrificar las supersticiones, a desvincularse de explotadores de las masas, proclamar el imperio de la razón para la paz, el orden y el progreso, destruir los sofismas, los errores filosóficos y las utopías, exponer las bases de la verdadera libertad y mostrar cómo establecerlas; condicionar la amistad al honor, la virtud y el talento, despreciar al envanecido con los títulos y las distinciones de la tiranía, limitar al gobierno a defender al débil contra el fuerte, a velar la salubridad pública, porque el mejor gobierno es el que menos se ve gobernar.


Rituales del R.E.A.A. en México, segunda mitad del siglo XIX

Para 1859, eran conocidos los manuales del rito escocés de tradición francesa de François-Henri-Stanislas de L'Aulnaye, Claude-André Vuillaume y los de Albert Pike y Andrés Cassard.

La logia Unión Fraternal número 2, una de las primeras del rito escocés en la segunda mitad del siglo XIX en México, se rigió con la autorización del Gran Oriente Neogranadino de Colombia, que el 27 de julio de 1865 ''acojió p(o)r unanimidad'' el Manual Masónico de Cassard.

Aparte, al final de la década siguiente, un grupo irregular liderado por Ignacio Manuel Altamirano adoptó las liturgias del goca de Vicente Antonio de Castro y no las de Pike, ni las de Cassard.

En el bando regular, Alfredo Chavero pidió a Pike las liturgias de los grados 31° al 33° con la parte secreta, había recibido hasta el 30°. Agregó que en su grupo debía creerse en Dios y, en octubre, agradeció las liturgias hasta el 32° e insistió en pedir la sección oculta. En 1879, Chavero dijo a Pike, de acuerdo con lo transcrito por John H. Cowles, que los rituales eran tan notables que hubieran querido un fondo suficiente para imprimirlos en español, pero les habría costado seis mil dólares, por lo que hicieron un extracto, siguiendo su espíritu filosófico; y que en los grados 31°, 32° y 33° utilizarían íntegramente sus rituales; con base en la consulta de una copia manuscrita de diez años después, de 1887, del grado 30° aprobada por el Supremo Consejo de México, podemos comprobar que sí trabajaban con rituales copiados a mano.

Para 1880, Pike registró que sus rituales, incluyendo el del 33°, estaban casi todos traducidos en Grecia, la mayoría en Bélgica, que se utilizaban en Canadá y, en parte, se traducirían en México y Brasil.

Pocos años después, entre finales de 1889 e inicios de 1890, las dos tradiciones masónicas escocesas que disputaban, la irregular y la regular, serían fusionadas en los grados simbólicos en la Gran Dieta Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos; pero esta, entre 1895, año en que dejaría de liderarla Porfirio Díaz, el presidente de la República, quedaría casi extinta para 1896, bajo varias acusaciones de irregularidad, por aceptar mujeres, por trabajar sin la Biblia y por hacer un uso político de los grupos masónicos. Además varios miembros del Gran Oriente del difunto Altamirano se adherirían al Supremo Consejo de México. En el anexo 3 se presenta una síntesis de autores de publicaciones, rituales, monitores y manuales del reaa en el siglo XIX.


Rituales del R.E.A.A. en México, siglos XX y XXI

A la etapa anterior hay que agregar sucesos que radicalizarían a algunos masones del rito escocés en México. Con la caída del régimen del presidente Díaz, hubo una recomposición de grupos al interior del Supremo Consejo de México del reaa; además, en la década que ocurrió la muerte del presidente Francisco I. Madero, esta enfrentó a diferentes facciones masónicas; también se enfrentarían miembros del Rito York y del reaa, al grado que se consolidarían obediencias simbólicas de ambos ritos por separado. Aparte, durante el movimiento revolucionario, varios diputados masones desde el Constituyente de 1916-1917, defenderían posturas anticlericales; a lo que hay que sumar, en la siguiente década, la revuelta impulsada por los intereses del clero político contra el Estado mexicano, que volvió a radicalizar a algunos masones contra la hostilidad del clero y sus aliados.

Entre los rituales escoceses para los grados del 4° al 33° que fue posible analizar, faltan los correspondientes a esos primeros años del siglo XX, pero sí fueron analizados algunos de los años 1928, 1929, 1930, 1931 y posteriores. Entonces ya no son los mismos rituales autorizados Albert Pike a finales del siglo XIX y que Alfredo Chavero conoció; por supuesto, Pike murió en 1891, y por ahora nos falta llenar el vacío para saber en qué momento fueron modificados, es probable que haya sido en la época de la fusión con la Gran Dieta Simbólica, porque algunos rituales simbólicos de ese tiempo, están basados en los del goca de Vicente Antonio de Castro y no en los de Pike.

Precisamente eso es lo se advierte en el análisis de los rituales del siglo XX, e incluso, de los que han llegado hasta la época actual en el reaa en México, en gran medida derivaron de una adaptación de los rituales que usó el grupo irregular liderado por Ignacio Manuel Altamirano en el siglo XIX, para su Gran Logia Independiente de Estado del Valle de México 1 (diciembre 31 de 1878) y para el Supremo Consejo del Gran Oriente del reaa para la República Mexicana, quienes en 1879, con una logia más, trabajaron con liturgias no autorizadas por el Supremo Consejo 'madre' de Albert Pike.

Para Antonio de Castro, los rituales que él no aceptaba, como los de Pike, y principalmente los del rito York, como está expuesto en párrafos anteriores: oprimían la razón por creer en Dios y en la inmortalidad del alma, por la fe como los jesuitas, y no como verdades sensibles. Con una religión que prometía una inmortalidad post-mortem, en tanto que la masonería la reconocía desde el nacimiento y no ofrecía un falso futuro para aceptar su envilecimiento y esclavitud.

Al igual que ocurría con las liturgias de Viriato Alfonso de Covadonga, en el ritual del grado 5° y en grados posteriores del reaa, en México se mantiene la calumnia contra el Rito York aunque con algunos matices diferentes, y se sigue atribuyendo a su origen una influencia jesuita; falsedad histórica, un recurso ideológico que, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y en otros países, ha provocado una enemistad e intolerancia de varias generaciones, y a la falta de armonía entre ambas tradiciones; por cierto, asunto y problema resuelto en Estados Unidos desde el siglo XIX.

Si consideramos lo que se afirma en una versión posterior de los rituales, por ejemplo, nuevamente del grado 5° del reaa de 1989 usado en México, podemos identificar que se dice que los Capítulos de York son ''dejos jesuíticos'' de la época de los Estuardo, que ostentan la supremacía del clero, el gran sacerdote, sobre la fuerza y la sabiduría, el rey y el escriba. Lo cual no solo es incorrecto históricamente, porque se trata de una etapa de la historia del pueblo judío, y el mismo ritual prescribe la división de poderes en los tres, porque se requería de su participación para abrir los trabajos; sino que, descontextualiza una parte mínima de un ritual para denostar todo un rito. Lo mismo hicieron varios enemigos de la masonería en general o de un rito en particular.

Como esas influencias contra el Rito York derivaron de los rituales del goca que Antonio de Castro creó para la masonería cubana, podríamos preguntarnos si en Cuba sí prevalecieron en la masonería escocesa cubana, de forma similar a como ocurrió en México; y lo que sorprende es que no quedó huella de los rituales del goca en la masonería escocesa regular, ni en los rituales de Andrés Cassard; tampoco en los rituales que incluyó Aurelio Almeida; y en Lorenzo Frau Abrines, en su célebre Diccionario enciclopédico de la masonería en el siglo XIX; no está en el ritual del grado 5°, revisado en 1998 por Carlos Méndez y el doctor Vega Lamar, del Supremo Consejo Grado 33° para la República de Cuba que prevalece hasta nuestros días, desde su fundación en 1859. En ninguno de esos rituales de la masonería escocesa de Cuba aparece ninguna alusión en contra de la masonería del Rito York.

En otras palabras, los rituales masónicos de los grupos escoceses regulares en Cuba se mantuvieron leales a su tradición. En tanto en México, si bien los vínculos masónicos del Supremo Consejo se adhirieron al Supremo Consejo 'madre' regular, en cuanto al reconocimiento. El contexto de las disputas entre líderes masónicos de las tradiciones escocesa y yorkina y el radicalismo anticlerical, ante la ofensiva y el radicalismo del clero político durante la revuelta clerical cristera, debieron influir para obligar a adoptar un sustento doctrinario pragmático que permitiera una cohesión ideológica al interior de sus grupos, contra los yorkinos y el clero, que terminaron asimilándolos en un mismo discurso ideológico, como lo había hecho con los rituales del goca Antonio de Castro, e incluso, si nos revisamos más atrás en el tiempo, como se había hecho con algunas doctrinas del Supremo Consejo de Luisiana cuando combatieron a los grupos yorkinos.

No deja de ser paradójico, para el caso mexicano, que los escoceses acusaran de clericales a los yorkinos en el siglo XIX y XX o lo hagan ahora en el siglo XXI, porque en la primera mitad del siglo XIX fueron precisamente la mayoría de masones escoceses los aliados de la Iglesia en la Nueva España y en México, y los yorkinos y yorkinos federalistas quienes adoptaron las posturas más liberales, radicales e incluso anticlericales, como en la Junta Anfictiónica reunida en Nueva Orleans en 1835 con la Sociedad de los Yorkinos Federalistas; por lo que, a los escoceses, el cambio en las raíces rituales masónicas de su tradición los alejó de su origen trascendente y profundo, con base en propósitos programáticos que, aunque fueron coyunturales, han permanecido en el tiempo, hasta el siglo XXI.


Conclusiones

Los antecedentes de las raíces rituales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado se encuentran en la Orden del Real Secreto de 25 grados de Estephen Morin. Desde el Supremo Consejo regular 'madre' creado en 1801 en Charleston, Carolina del Sur, hasta los diferentes grupos regulares similares de la Jurisdicción Norte de Estados Unidos y del mundo, e incluso algunos irregulares, sostienen que su legitimidad se encuentra en las versiones latina o francesa de las Grandes Constituciones de 1786, que tradicionalmente atribuyen al Federico, rey de Prusia.

No hay una sola versión de los rituales masónicos escoceses. Hubo varios manuscritos y copias célebres en la vertiente regular, en la primera mitad del siglo XIX, destacan los de Frederick Dalcho y Giles F. Yates, y de revisores importantes como Moses Holbrook, el mismo Yates, J. Gourgas, William M. Cunningham, y Charles Thompson McClenachan.

En la Nueva España hubo influencias desde inicios del siglo XIX de varias tradiciones irregulares vinculadas a la política y al jefe político superior O'Donojú, al oidor Martínez de Aragón, a Joseph Cerneau, a Louis de Clouet D'Obernay, y al marqués de Santa Rosa, conde de San Laurent; y, en México, en la segunda mitad del siglo influyeron desde tradiciones irregulares y regulares, algunos autores como Charles Lafont de Ladebat, James Foulhouze, Andrés Cassard, Vicente Antonio de Castro y Albert Pike; y el influjo de los rituales de los dos últimos, en algunos casos, se extendió hasta el siglo XXI.

Hacia finales del siglo XIX, en México dos grupos masónicos escoceses se disputaron la primacía ritual y doctrinaria. El Supremo Consejo de México dirigido por Alfredo Chavero, con reconocimiento del Supremo Consejo de Albert Pike; resultado de una fusión, con una parte autorizada por el Gran Oriente Neogranadino de Colombia que trabajó con rituales de Cunha Reis en el centro de la Ciudad de México, después de su fusión y reconocimiento por Albert Pike, trabajó con los rituales precisamente de Pike.

El otro grupo, el Gran Oriente de México de Ignacio Manuel Altamirano, producto de una escisión del anterior, trabajó con rituales de Vicente Antonio de Castro, alias Viriato Alfonso de Covadonga, que influyeron incluso en los que son usados en el México del siglo XXI.

Los rituales de Albert Pike tenían un contenido mucho más trascendente y cabalístico, que Alfredo Chavero llamaba secreto, y lo cual se perdió casi completamente en la tradición mexicana; y, al final, los rituales irregulares de Antonio de Castro, que tenían un fin político coyuntural, paradójicamente prevalecieron.

Los rituales de Antonio de Castro eran para la sociedad cubana del siglo XIX, y trascendieron políticamente en ella por medio de la generación revolucionaria de 1868, pero no ocurrió en la masonería regular de Cuba del siglo XIX, ni en los siglos siguientes, salvo algunas excepciones no aceptadas oficialmente. En contraste, en México, el Supremo Consejo del reaa mantuvo su filiación con la potencia madre regular y su reconocimiento, pero en rituales, incluyendo los que datan de 1928, y en los de años posteriores, se mantuvo la influencia de los rituales del goca, hasta el siglo XXI.

Es probable que las disputas entre líderes masónicos escoceses y yorkinos y el radicalismo antiliberal, antiprogresista y antiestatal del clero político en México, que aumentó durante el siglo XIX y tuvo su culmen en la rebelión clerical antiestatal y antigubernamental, llamada cristiada, hayan influido para que los masones buscaran crear una doctrina de cohesión ideológica, en la que pudieron ser útiles pragmáticamente los rituales del goca, porque con ellos podían pretender vincular a ambos grupos, a los yorkinos y al clero, como si tuvieran vínculos ideológicos o programáticos relacionados con los jesuitas.

Lo que en un sentido histórico contradice los hechos, pues en la primera mitad del siglo XIX, fue precisamente una mayoría de masones escoceses y escoceses novenarios quienes apoyaron a la Iglesia en la Nueva España y en México. Por otro lado, los yorkinos y yorkinos federalistas aountalaron el liberalismo e incluso el anticlericalismo radical, como el que podemos advertir en el Plan de la Junta Anfictiónica de Nuevo Orleans en 1835.

En síntesis, aunque históricamente podemos rastrear algunas de las raíces rituales masónicas del reaa que influyeron en la Nueva España y en México; a partir del estudio comparativo de los rituales antiguos y actuales, de las tradiciones que han derivado de estas en los escoceses mexicanos, notamos el alejamiento de su origen trascendente, cabalístico y secreto de los rituales regulares, para quedarse, en algunos de sus grados, solo con los propósitos programáticos, coyunturales y políticos tomados de la ideología de rituales de grupos irregulares.

No obstante, es probable que, en el futuro, conforme con los propios procesos históricos que en ocasiones parecen cíclicos, podría ocurrir que los grupos masónicos en México impulsen a los masones escoceses mexicanos del siglo XXI a retomar el rumbo de las reformas rituales que en siglos previos resolvieron estudiosos de los antiguos rituales en otros países, para rescatar las raíces de una tradición más trascendente, cabalística y secreta que proclama como su fin último corregir al alma, al individuo, a la sociedad y al mundo, para sacar el Ordo ab Chaos.




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