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Rito Escocés Antiguo y Aceptado
del Guajiro

La Hermandad para toda la Humanidad

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Grado 25º
Caballero de la Serpiente de Bronce
R.·.E.·.A.·.A.·.


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Este grado de la serie filosófica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado se considera, de origen Templario, en cuanto que muchos expertos lo califican de cabalístico y esotérico. Bajo el primer aspecto se descubre fácilmente su abolengo templario militar, y corresponde al 6º grado de la Orden Antigua del Temple, denominado Adepto Perfecto de la Serpiente.

En efecto; según la leyenda el héroe de las Cruzadas, Godofredo de Bouillón, alentaba a sus ejércitos, agrupándolos bajo enseña de la Serpiente de Bronce, conduciéndolos al combate y convirtiéndolos bajo un mágico influjo en vencedores. Los caballeros templarios, sucesores y continuadores de la tradición que inaugurara Godofredo, siguiendo la inspiración de Juan Ralph, formaron una asociación escogida que, con el titulo de los Caballeros de la Serpiente de Bronce, agruparía a lo más selecto de la Orden Templaría y que está no fue nunca derrotada, y que no sucumbió con el fin de la Orden Templaría, y que así hasta nuestros días persiste en secreto.

Al principio de dedicaron a proteger a los peregrinos que venían de todas partes a visitar los Santos Lugares. Pero luego se convirtieron en preservadores de un saber oculto, que han transmitido de generación en generación, en rituales de iniciación poco conocidos.

El grado vigésimo quinto conocido también como el del Mago Soberano, encierra en sí uno de los mayores secretos de la Francmasonería, cuyo emblema es del de una montaña en forma de cono truncado, de cinco pies de altura, sobre la cual está el símbolo, de la Serpiente de Bronce enroscada en una Cruz Latina, algunas veces la serpiente esta se representa clavada por un solo clavo en su cabeza.

Es fácil advertir que este grado encierra un simbolismo, que trasciende en mucho los límites de la comprensión religiosa y de la ciencia profana, la mítica serpiente “Coatl” representada en todos los Grandes Misterios del Antiguo México, allí la cruz, imagen del ecuador cortado perpendicularmente por el curso de los equinoccios y los solsticios, es el símbolo de la fuerza telúrica, y la Serpiente de la Sabiduría Oculta. Para los antiguos Mexicanos, la Vía Láctea, era una Serpiente Celeste que brillaba en medio del firmamento nocturno.

La serpiente tienta a Adán y a Eva, para ser como dioses, a trascender los límites del demiurgo Jehová, que los tenía en la ilusión de un Paraíso Ficticio, Adán y Eva se dan cuenta del engaño y provocan deliberadamente su propia expulsión.

¿Pero quién es en realidad la Serpiente del Paraíso?

No es otra cosa que el ingenio humano, la astucia, la sagacidad, esa voz de la consciencia humana, que nos llama a la superación. En palabras de la propia liturgia del grado 25º se dice:

Profeso la ciencia, que aprendí entre sus Hierofantes, y al establecer este grado en mi pueblo, le doy el símbolo con que le caracterizaron sus fundadores, porque la Serpiente lo es de la prudencia, y enroscada en la TAU indica la memoria de lo pasado, la inteligencia de lo presente y la providencia de lo futuro, para que la Razón impere en los cuatro puntos cardinales de la Tierra que habitamos. No la he extendido en todo lo largo, porque sería alegoría de la Sabiduría divina que no nos es posible alcanzar ahora; ni la he dado en forma de circulo, porque entonces figuraría la Eternidad, que luego les será otorgada pero aún no.

Abordamos aquí el concepto del alma pura, celestial, eterna del hombre. Es una creencia de la gran antigüedad que el alma existió antes de la unión con nuestros cuerpos; más, discutían la mayoría de los filósofos, cómo podría el alma existir después del cuerpo si no existió antes independientemente del cuerpo. Tal era la enseñanza en los misterios.

En el Rito Escocés enseñamos con vigor las lecciones de muchas filosofías y religiones, reconociendo la unanimidad de metas, ideales y lecciones morales, especialmente una muerte mística similar que simbolizaba el descenso del alma a las regiones internas y luego su resurrección a la grandeza de la luz, de la verdad y de la perfección.

Este grado se basa en la historia en Números Cap. XXI vs. 6 y 9.

“El señor envió serpientes terribles para que devoraran al pueblo de Israel y muchos de ellos murieron. Entonces el pueblo se acerco a Moisés y le dijo: hemos pecado, porque hemos hablado contra el Señor y contra ti: rogadle que aleje de nosotros las serpientes. Y Moisés oró por el pueblo, y el Señor dijo a Moisés: Haz tu una serpiente y haz que yodos aquellos que han sido heridos por las serpientes pasen delante de ella y la vean para que sanen y vivan”

Entonces el hizo una serpiente de bronce, la fijó sobre un poste y toda persona mordida que la miraba, era salvada de la muerte.

Se nos recuerda otra vez que los Misterios enseñaron la doctrina de nuestra naturaleza Divina, la nobleza del alma inmortal y la grandeza de su destino. La serpiente fue utilizada entre los símbolos.

Era tratada con reverencia en días de antaño como la autora del destino de las almas. En los Misterios de Bacchus y de Eleusis, era consagrada. En rituales del Bacchus Saba-Zeus, la serpiente era arrojada al pecho del Iniciado. Se encuentra en monumentos Mitraicos y fue utilizada en la insignia real de los Faraones. Era igualmente a menudo símbolo de malevolencia y del mal según escritores Hebreos y en las mitologías Indias y Persas. Cada seguidor devoto de Zoroastro era obligado a exterminar serpientes.

Sabemos que el arrepentimiento de los pecados cometidos posiblemente puede prevenir una repetición, pero nunca redimirá lo que ya se ha hecho. La mano implacable que nos golpea violentamente es nuestra propia mano. La Ofensa y el Castigo son iguales en el dominio o imperio de la justicia eterna. Él que agravia a otro de hecho solo se daña a si mismo. Él hunde la daga en su propio corazón. Pero todavía tenemos bajo nuestro control el remedio del mal, y el incremento de lo bueno. Podemos implementar los poderes del amor, de la pureza y la espiritualidad. Este grado es por lo tanto filosófico y moral, enseñando no solamente arrepentimiento, pero también la reforma. Se dedica también a la explicación de los símbolos de la Masonería, especialmente ésos conectados con la leyenda antigua y universal de la muerte y la restauración de la vida. Un significado más profundo es que el dominio de la obscuridad y del mal es solamente temporal y que la luz y el bien serán eternos.

Debemos sembrar cuidadosamente, entonces, si deseáramos segar una cosecha de felicidad. Nuestros Grados Filosóficos imparten, y cada uno de nuestros grados del Primero al Trigésimo segundo enseña mediante ceremonial e instrucción, que los propósitos y los deberes más nobles del hombre en vida son luchar y superar y ganar el control sobre lo material y sensual, para alcanzar lo espiritual y Divino dentro de uno mismo. Hay en él, como en el universo, la armonía, la belleza y el equilibrio de Dios. Esta meta loable requiere un conocimiento de que el hombre es poseído de una naturaleza espiritual; un alma eterna que avanza siempre más cerca y más cerca a la perfección y la luz de la Presencia Divina -Él de la omnipotencia y omnisciencia- infinito en poder y sabiduría y misericordia, con amor y compasión infinita por las criaturas frágiles e imperfectas de Su creación.

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