El primer grado está inspirado en el libro de Rut 4:7, el cual
simboliza quitarse los zapatos y caminar con los ojos cubiertos. El primer grado
simboliza el nivel de conciencia ordinaria o natural, y cómo interactúa con el mundo.
Como imagen de Dios o de cualquier otro ser supremo en el que base su creencia
personal, al iniciado (se le llama iniciación al ingreso al primer grado, es de
ir, al ingreso a la masonería) le son dichas sus obligaciones, y se le entrega el
libro de las leyes sagradas (en algunas logias, el libro de la ley es un libro religioso,
por lo general la Biblia; en otras, de orientación laica (véanse laicidad y laicismo),
una Constitución) y las herramientas de su iniciación: el mandil, el escoplo y el
calibrador (véase símbolos francmasónicos), los cuales representan la pasión para
hacer las cosas, la educación o capacidad de análisis y la capacidad intelectual
para utilizar las herramientas.
Éste se basa sobre tres columnas que representan
sabiduría, fortaleza y belleza, con lo que se comunica la idea de la par de los
opuestos y que se debe caminar como las escaleras de la conciencia, simbolizando
alguna vez a San Juan. La escalera de tres niveles representa el macrocosmos, con
el piso de cuadros dual, la virtud y el cielo, y por último la divinidad a alcanzar,
cualquiera que sea (en la masonería, que no es una religión ni una secta, se acepta
el ingreso de personas de cualquier creencia religiosa o espiritual; incluso hay
ritos [formas de practicar la masonería] que aceptan personas sin creencia alguna).
Búsqueda en el
|
Copyright © 2018 - Todos los derechos reservados - Emilio Ruiz Figuerola