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Rito Escocés Antiguo y Aceptado
del Guajiro
La Hermandad para toda la Humanidad
Algunos HH.·. desconocen las diferentes denominaciones del R.·.E.·.A.·.A.·. y la confunden en una sola denominación. Son siete los Ritos llamados Escoceses, a saber:
Estos siete Ritos o sistemas están organizados de la manera siguiente:
Rito Escocés Filosófico, en 15 grados. Fue fundado en 1776, en la Logia
Contrato Social, de París, por el Hermano Boileau, sus grados son los siguientes;
1° Aprendiz.
2° Compañero.
3º Maestro.
4° Caballero del
Águila Negra o Rosa Cruz de Heredom de la Torre._1º parte.
5º El mismo.—2º
parte.
6° El mismo.—3º parte.
7º Caballero del Fénix.
8° Caballero
del Sol.
9º Caballero del Iris.
10° Verdadero Masón.
11° Caballero
de los Argonautas.
12° Caballero del Toisón de Oro.
13° Gran Inspector.
— Perfecto Iniciado.
14º El mismo. — Gran Escocés.
15° Sublime Maestro
del Anillo Luminoso.
Rito Escocés Primitivo, en 25 grados.
Se creó en París en 1758, en el llamado Consejo de los Emperadores de Oriente y
Occidente. Su nomenclatura es la siguiente:
1° Aprendiz.
2º Compañero.
3º Maestro.
4º Maestro Secreto.
5º Maestro Perfecto.
6°
Secretario Intimo.
7º Intendente de los Edificios.
8° Preboste y Juez.
9° Maestro Elegido de los Nueve.
10° Maestro Elegido de los Quince.
11º Elegido Ilustre, Jefe de las doce Tribus.
12° Gran Maestro Arquitecto.
13° Caballero Real Arca.
14° Gran Elegido, Antiguo Maestro Perfecto.
15° Caballero de la Espada o de Oriente.
16º Príncipe de Jerusalén.
17º Caballero de Oriente y de Occidente.
18° Caballero Rosa Cruz.
19° Gran Pontífice o Maestro ad-vitam.
20° Gran Patriarca o Noaquita.
21° Gran Maestro de la Llave de la Masonería.
22° Príncipe del Líbano,
Caballero Real Arca.
23 Caballero del Sol, Príncipe Adepto, Jefe del Gran
Consistorio.
24° Ilustre Caballero, Gran Comendador del Águila Blanca y Negra,
Gran Elegido Kadosch.
25° Muy Ilustre Soberano Príncipe de la Masonería,
Gran Caballero, Sublime Comendador del Real Secreto.
Rito Escocés
Primitivo, en 33 grados. Fue fundado en 9 de febrero de 1770, por la Logia Buena
Amistad de Namur, y su nomenclatura es como sigue:
1º Aprendiz.
2°
Compañero.
3º Maestro.
4º Maestro Perfecto.
5º Maestro Irlandés.
6° Elegido de los Nueve.
7º Elegido de lo Desconocido.
8° Elegido
de los Quince.
9º Maestro Ilustre.
10º Elegido Perfecto.
11º
Pequeño Arquitecto.
12° Gran Arquitecto.
13° Sublime Arquitecto.
14° Maestro en Perfecta Arquitectura.
15° Real Arca.
16° Caballero
Prusiano.
17° Caballero de Oriente.
18° Príncipe de Jerusalén.
19° Venerable de Logias.
20° Caballero de Occidente.
21° Caballero
de Palestina.
22° Soberano Príncipe Rosa Cruz.
23º Sublime Escocés.
24° Caballero del Sol.
25° Gran Escocés de San Andrés.
26° Masón
del Secreto.
27° Caballero del Águila Negra.
28° Caballero Kadosch.
29° Gran Elegido de la Verdad.
30° Novicio del Interior.
31° Caballero
del Interior.
32° Perfecto del Interior.
33º Comendador del Interior.
Rito Escocés Primitivo, en 10 grados. Fue fundado en 1780 por
la Logia Filadelfos, de Narbona, y su organización fue de la siguiente manera: Se
dividió en tres clases, y los grados en varios puntos, excepto los de la tercera
clase que se denominan Capítulos:
1º CLASE
1° Aprendiz. 2º
Compañero. 3º Maestro.
2º CLASE
4° 1er. punto: Maestro Perfecto.
2º id, Elegido. 3º id., Arquitecto. 5º Sublime Escocés. 6° 1er. punto, Caballero
de la Espada. 2° id., Caballero de Oriente. 3º id., Príncipe de Jerusalén.
3º CLASE
7. 1er. Capítulo de Rosa Cruz, Culto Masónico. 8° 2°
id., Depósito de documentos históricos. 9° 3º id., conocimiento de física y filosofía.
10º 4º id., llamado de los Hermanos Rosa Cruz; Conocimiento de todas las ciencias
ocultas y secretas.
Rito Escocés Reformado, en 7 grados. Fue
muy propagado en Prusia y Alemania, y se derivó del que en 1743 fundó el Marqués
de San Martín, con el nombre de Rito Martinista. Se compone de los siete grados
siguientes:
1º Aprendiz.
2° Compañero.
3º Maestro.
4º
Maestro Perfecto.
5° Elegido.
6º Escocés.
7° Sabio.
Rito Escocés Filosófico, en 18 grados. — Fue también denominado de
la Logia Madre Escocesa de Marsella, y se fundó en esta ciudad, el año de 1750,
con la siguiente escala de grados:
1º Aprendiz.
2º Compañero.
3º Maestro.
4º Maestro Perfecto.
5º Maestro Secreto.
6º
Gran Escocés.
7º Caballero del Águila Negra.
8º Rosa Cruz.
9º Verdadero Masón.
10º Caballeros de los Argonautas.
11º Caballero
del Toisón de Oro.
12º Aprendiz Filósofo.
13º Caballero Adepto del
Águila y del Sol.
14º Sublime Filósofo.
15º Caballero del Fénix.
16º Adepto de la Madre Logia.
17º Caballero del Iris.
18º Caballero
del Sol.
Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en 33 grados. Fue
aumentado y reformado por el rey de Prusia Federico II, sobre todos los demás llamados
Escoceses, y organizándole en la serie siguiente de 33 grados:
1º Aprendiz.
2° Compañero.
3º Maestro.
4º Maestro Secreto.
5º Maestro
Perfecto.
6° Secretario Íntimo o Maestro por curiosidad.
7º Preboste
y Juez o Maestro irlandés.
8° Intendente de los Edificios o Maestros en Israel.
9º Maestro Elegido de los Nueve
10° Ilustre Elegido de los Quince.
11° Sublime Caballero Elegido.
12° Gran Maestro Arquitecto.
13°
Real Arco.
14° Gran Escocés de la Perfección, llamado de la Bóveda sagrada
o de Jacobo VI.
15° Caballero de Oriente o de la Espada.
16° Príncipe
de Jerusalén.
17° Caballero de Oriente y Occidente.
18° Soberano Príncipe
Rosa Cruz.
19° Gran Pontífice o Sublime Escocés.
20° Venerable Gran
Maestro de todas las Logias, Soberano Príncipe de la Masonería o Maestro ad-vitam.
21° Noaquita o Caballero Prusiano.
22° Real Hacha o Príncipe del Líbano.
23º Jefe del Tabernáculo.
24° Príncipe del Tabernáculo.
25° Caballero
de la Serpiente de Bronce.
26º Escocés Trinitario o Príncipe de Merced.
27° Soberano Comendador del Templo.
28° Caballero del Sol o Príncipe
Adepto.
29º Gran Escocés de San Andrés, de Escocia, Caballero del Sol.
30º Gran Elegido Caballero Kadosch, o del Águila Blanca y Negra.
31º
Gran Inspector, Inquisidor, comendador.
32º Sublime y Valente Principie del
Real Secreto.
33º Soberano Gran Inspector General.
Rito Escocés, Llamado Antiguo y Aceptado.
En 1739 la Gran
Logia de Inglaterra fue acusada, por gran número de hermanos de haber suprimido
muchas de las antiguas ceremonias, de haber alterado los rituales e introducido
innovaciones, y sobre todo de haber nombrado diputados provinciales con plenos poderes
para constituir talleres masónicos en las ciudades de la jurisdicción de la Logia
de York, que por tal hecho se consideraba ofendida y atacada en sus derechos.
Muchos hermanos descontentos de tal proceder, se separaron de la Gran Logia
y uniéndose con algunos restos de los masones constructores, declararon que se acogían
bajo la bandera de York, y formaron una nueva Gr.
Logia de Inglaterra bajo
el nombre de Régimen Escocés Antiguo, dando a la Madre Logia que les había dado
el ser, el título de Logia del Régimen Moderno.
Las grandes Logias de Escocia
e Irlanda se declararon por los innovadores y los reconocieron: ufanos con este
triunfo agregaron a su título la palabra Aceptado.
Tal es en resumen el genuino
y verdadero origen del título del régimen o rito llamado Escocés Antiguo y Aceptado.
Pero a pesar de su pretendida antigüedad y aceptación la historia ha demostrado
elocuentemente, que sumida en la oscuridad, esta Gr.·. Logia apenas fue conocida
fuera del recinto de Londres, mientras que la que se pretendió anonadar bajo el
peso del título de Moderno, siguió siempre su majestuosa marcha, recorriendo el
mundo entero, rodeada de prestigio y consideración, y difundiendo por doquier la
esplendente luz de la civilización y de la filosofía.
En nuestro artículo
referente al Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente, hemos dicho que éste,
en 1761, expidió en favor del judío Esteban Morín, una patente que le autorizaba
para propagar en América el Rito de Perfección, compuesto de 25 grados, dándole
amplios poderes para conferir los grados de la Perfecta Masonería, nombrar inspectores,
constituir Logias, etc., como mejor tuviera por conveniente.
Efectivamente,
en su calidad de Gran Maestro Inspector fundó en algunos puntos de América, que
formaban parte aun de las colonias inglesas, gran número de Logias, Capítulos y
Consejos, que en general tuvieron una efímera existencia.
Según la versión
más autorizada y admitida, hacia el año 1802, cinco judíos: Juan Mitchel, Federico
Dalco, Emilio de la Motta, Abraham Alexander e Isaac Auld, después de añadir ocho
grados al Rito de Perfección importado por Morín, dieron a luz un nuevo régimen
bajo el título de Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 33 grados del que, «con miras
puramente mercantiles”, se adjudicaron los altos cargos que ponían en sus manos
toda la administración y gobierno del mismo, y procedieron seguidamente a la fundación
del “Supremo Consejo de Charlestón”.
Habiendo resuelto darse a conocer, en
4 de diciembre de 1802, expidieron una circular dando cuenta de su instalación y
publicando la nomenclatura de un régimen que titularon Antiguo y Escocés, siendo
así que como se ve acababa de nacer en América, dándole además el sobrenombre de
Aceptado, cuando nadie aun tenía la menor noticia de su advenimiento al mundo.
A imitación del Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente, el Supremo Consejo
de Charlestón, se apresuró a conferir a varios hermanos, el cargo de propagadores
del nuevo régimen expidiendo en su favor las correspondientes cartas patentes, para
que pudiesen conferir los grados del Moderno Escocismo y establecer Supremos Consejos
por todos los ámbitos de la tierra a excepción de los Estados de la Confederación
Americana y las Antillas inglesas.
La animada controversia que viene manteniéndose
desde la aparición de este Rito, depurando los hechos, ha permitido ya a la historia
pronunciar su fallo, y para que nuestros lectores puedan venir en conocimiento del
mismo, insertamos a continuación el juicio crítico que ha merecido de parte de algunos
de los más notables escritores masónicos; “En 22 de diciembre de 1804 se formó en
París y se organizó provisionalmente el Supremo Consejo del grado 33º, decretando
y publicándose su constitución definitiva, en 18 de enero de 1811.
Este Consejo
se formó en su origen de nueve miembros; aumentándose en seguida este número hasta
diez y ocho; y por el artículo 1º de su constitución se compuso en definitiva de
veintisiete.
Este establecimiento está formado con el consentimiento y a
petición de todas las Logias de este Rito representadas por sus Venerables o por
diputados”.
“Este régimen, dice el Libro de Oro del conde de Grasse Tilly,
existía en América, de donde fue importado en Francia en 1804.
Los reglamentos
que le rigen y “que considera como sus grandes constituciones son:
“1º Los
decretados por los comisarios de París y de “Burdeos el 6º día de la 3º semana de
la 7º luna de“ la era hebraica (24 de setiembre de 1762).
Este título sin
formas, que ciertamente no ha sido redactado para el Rito Escocés de 33 grados,
que aun no existía, y en el que no están enunciados los nombres de los nueve comisarios
supuestos, contiene un hecho materialmente falso, a saber: «que la deliberación
de estos comisarios transmitida al H.·. M.·., conviene a de Grasse Tilly Sob.·.
Gr.·. Insp.·. de todas las Logias de ambos mundos”.
“Los estatutos que Federico
II, rey de Prusia, decretó en diez y ocho artículos, cerrados el 1º de mayo de 1786.”
No se necesita probar esta segunda mentira histórica.
Estas son las bases
sobre que reposa el «Rito Antiguo y Aceptado del grado 33º ¿Cómo han ido sus fundadores
ser tan atrevidos para hacer juguetes y reclutarlos en gran parte en lo más escogido
de la sociedad civil y aun del mismo Gr.·. Or.·.? “(Thory Historia de la fundación
del Gran Oriente).
“Volvamos a América, en donde sobrevino en 1776 la guerra
de la Independencia que interrumpió todos los trabajos masónicos, hasta que quedó
asentada la paz con el reconocimiento de los Estados Unidos en 1782 y 1783.
El Rito de Perfección sufrió esa necesidad común: dormitó, pero si se durmió
con sus veinticinco grados, despertó con 33.
El hermano Morín volvió a empezar
sus trabajos con motivo de la paz. En 1783 erigió en Charlestón
una Gran Logia de Perfección, e intentó fundar iguales establecimientos en los otros
Estados de la Unión. Pero necesariamente a los masones
de Charlestón no les parecería bastante perfecto el Rito de Perfección, cuando a
su vez lo perfeccionaron aumentando hasta treinta y tres el número de los grados,
que profesaba su Gran Logia.
Esta creación americana, fue llamada Rito Escocés;
y por otra contradicción digna de tal obra, el nuevo Rito tomó el nombre de Antiguo
y Aceptado.
Este título no conviene sino al Rito Simbólico, el primero y
por consiguiente el más antiguo de todos; y puesto que todos los reformadores lo
han colocado a la cabeza de su sistema, queda evidenciado que es el verdaderamente
aceptado.
De cualquier modo que sea, los nuevos 33 sin otro poder que su
voluntad y sin otra ceremonia, se sirvieron de este rito para instituir el «Supremo
Consejo de las posesiones francesas en América.
Y esta farsa continuada en
nuestros días, es la que cautiva todavía la buena fe de los hombres serios.
¡Oh ignorancia! ¿cuándo cesarás de hacer tontos?
Y tú, orgullo, ¿cuándo
dejarás de alimentar a tantos pícaros?” (Ragón, Ortd. 259).
Y más adelante,
refiriéndose a la fundación de un Supremo Consejo del grado 33º en París, añade
el mismo autor: «Poco tiempo después que el H.·. Nacquet importó de Santo Domingo
en París en 1803, el Rito de Heredom en 25º grados, que Francia había enviado allí,
en 1761, por medio de Esteban Morín, llegó de América el conde de Grasse Tilly,
hijo del almirante de este nombre, presentándose como Jefe Supremo de una nueva
Masonería en 33 grados, que se llamaba Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Este
sistema comprendía casi todos los grados del Rito de Heredom, y algunos otros tomados
de los demás ritos o de nueva invención.
Según el conde de Grasse, el autor
de esta última reforma era el rey de Prusia, Federico el Grande (enemigo declarado
de los altos grados) quien instituyó el 1 de mayo de 1786, redactando con su propia
mano los reglamentos en 18 artículos llamados: «Las Grandes Constituciones”, y fundó
en Prusia su Supremo Consejo del grado 33º Semejantes aserciones, que fueron reconocidas
después como falsas, en todas sus partes, han hecho clasificar al conde de Grasse
entre el número de los charlatanes más desvergonzados de las instituciones “súper
masónicas”.
El conjunto del sistema y de sus 33º grados, descansa sobre los
Estatutos y reglamentos redactados en Burdeos, cuyo texto completo y oficial se
encuentra en la Recopilación de las actas del Supremo Consejo de Francia, etc.,
por Setier (París, 1832) así como las constituciones, estatutos y reglamentos para
el gobierno del Supremo Consejo, etc., firmados por Federico el Grande, fechadas,
según parece en 1786.
En un acta publicada por el Supremo Consejo, en 5 de
marzo de 1813. (Noticia sobre la Francmasonería y sobre
la erección del Supremo Consejo de los treinta y tres grados, es de notar al lado
de otra falta de sentido histórico, el absurdo siguiente: «Carlos Eduardo, último
retoño de los Estuardos, era el jefe de la Masonería Antigua y Moderna.
Nombró
Gran Maestro a Federico II y lo designó por sucesor suyo, Federico concedió a la
Masonería una protección especial: ella fue objeto de su constante solicitud.
En esta época el Rito Escocés Antiguo y Aceptado no comprendía más que 25
grados de los que el más alto, era el de Príncipe del Real Secreto.
Los disturbios
que se sucedieron en Alemania y los proyectos de innovación que se agitaban en 1782,
le inspiraron el temor de que la Masonería fuera presa de la anarquía y víctima
de aquellos que, bajo el nombre de masones, pudieran intentar debilitarla y anonadarla.
Cuando en 1786, Federico vio que su vida tocaba a su término, se decidió a trasmitir
los soberanos Poderes de que se hallaba revestido, a un Consejo de Grandes Inspectores
Generales, el cual, después de su muerte, tomaría la dirección de la alta Masonería,
de conformidad con la Constitución y los Estatutos.
El 1º de mayo de 1786,
elevó hasta el número 33 los grados de la jerarquía del Rito Escocés, que hasta
aquel entonces no contaba más que con 25, y concedió al grado 33º la denominación
de Poderoso y Soberano Gran Inspector General.
Los poderes conferidos a este
grado, para el gobierno y la dirección del rito, fueron concentrados en un Capítulo
Soberano, al que se dio el título de Supremo Consejo, etc., etc.
El 1 de
mayo de 1786, Federico estableció la Constitución y los reglamentos de los Grandes
Inspectores Generales, cuyo artículo VIII consigna que después de su muerte, los
Supremos Consejos serán los Soberanos de la Masonería, etc.
No nos detendremos
a refutar una invención de este género, tanto más, cuanto ya hace mucho tiempo se
le ha hecho completa justicia por muchos escritores.
Esta sólo puede ser
reproducida por aquellos a quienes sirve a sus proyectos y que para llegar a sus
fines no temen ir en contra de la verdad. (Findel, Historia de la Francmasonería,
Leipzig 1862).
«Esta aseveración (la contenida en la noticia del Supremo
Consejo que acabamos de copiar), es completamente inexacta, porque está probado
que el rey Federico II desde el año 1774 hasta su muerte, no se ocupó de nada que
tuviese relación con la Francmasonería, y que en la fecha asignada al establecimiento
del Rito Escocés, este Príncipe se encontraba moribundo y absolutamente incapaz
de tomar sobre sí ninguna clase de trabajo, siendo, por otra parte, enemigo declarado
de los altos grados, los que consideraba como funestos a la Masonería, no sabiéndose
que hubiese existido en Prusia ningún Supremo Consejo del grado 33º, en cuyo reino,
anteriormente al año 1786, había sido en su mayor parte abandonado el Rito de Perfección.”
(Clavel, Historia Pintoresca).
«Sabemos de buen origen que Federico II fue
siempre enemigo declarado de los altos grados. La experiencia le había enseñado
que son el principio y la raíz de todo el mal que existe en la Sociedad Masónica
y la causa de la discordia entre las Logias y los sistemas. ” (Enciclopedie der
freumaureriet, por Lessing Massdorf, tomo 1).
La redacción de la circular
del Supremo Consejo de Charlestón, fue confiada al H. Federico Dalco, quien, además
de la nomenclatura de los 33 grados mencionados, se extendía en una fabulosa relación
del Rito de Perfección, haciendo remontar su origen a la primera cruzada y estableciendo
la genealogía de sus grandes Maestros.
Las grandes Logias de Inglaterra,
las legítimas poseedoras del verdadero Rito Antiguo y Aceptado, consistente en los
tres grados simbólicos únicos que profesaban, se negaron a reconocer el nuevo Rito;
y la Gran Logia de Edimburgo, en 1803, al contestar a la citada circular, declaró:
«Que semejante número de grados sólo podía inspirar el más profundo desprecio hacia
la Masonería Escocesa; que no los reconoce, y que siempre conservará su Rito, con
toda su primitiva sencillez.
A pesar de todo, este Rito que ha pretendido
ser el autor de la Masonería, y que aun muchos creen de buena fe superior a todos
los demás, consiguió un gran desarrollo; y aunque en visible decadencia, hallándose
hoy universalmente reconocido, puede ostentar con legítimo orgullo el título de
Aceptado.
Además de los anteriores Ritos de la Francmasonería, llevan el
nombre de Escocés, muchos grados de los mismos y de otros, a saber: El primer grado
del nuevo sistema masónico que Ramsay quiso hacer adoptar en Londres el año 1728,
el 5º del Rito de los Filaletes, el 6º del Rito Escocés Reformado, el 5º del Moderno
Francés y tantísimos otros que para evitar confusiones y para completar con todos
los mayores datos posibles el presente artículo, incluimos en la siguiente nomenclatura
o catálogo, formado con nuestras notas, con las que nos facilitó nuestro colaborador
señor Frau y, sobre todo, con los títulos que bajo el nombre: Escocés, figuran en
el extenso Nomenclátor de J. M. Ragón, a saber:
Los diferentes puntos del grado son nueve, a saber:
Estos nueve puntos son otras tantas pruebas para el aspirante. Según Clavel, este grado sacerdotal contiene el origen de más de una institución sagrada, que muchos hermanos están muy lejos de sospechar. Si se le considera moralmente, añade el citado H.·., se advierte que los que lo instituyeron tuvieron por objeto probar que el hombre o el masón, a semejanza de los patriarcas y de los antiguos reyes, debía ser dueño y señor en su casa, y que por esta razón era a la vez en su familia, jefe, legislador y sacerdote. El candidato echa una última mirada sobre el aparato místico de la escuela salomónica, antes de entrar en la bóveda sagrada, en donde la Masonería va a tomar para él un nuevo camino que conduce a un campo más vasto, que ha de conducirle al descubrimiento de nuevas y admirables verdades.
En 1797, habiendo renunciado la Confraternidad de los Masones
prusianos al sistema de la Estricta Observancia, y deseosos de reconstituir la Masonería
sobre sus verdaderas bases, siete beneméritos hermanos acordaron solicitar el concurso
de todas las Logias para constituir una autoridad masónica independiente, firme
e ilustrada, que reorganizara conveniente mente a la Madre Logia y la pusiese en
posesión de sus derechos, para someter los estatutos y los rituales a una revisión,
devolviéndoles la primitiva sencillez, alterada por la introducción de sistemas
extraños.
Aceptada con entusiasmo esta idea por todas las Logias de Berlín,
se procedió seguidamente a la constitución de tal autoridad que debía componerse
de siete miembros iguales en grado y revestidos de igual poder, y se le conservó
el nombre de Directorio Escocés, por más que difiriera esencialmente, tanto por
sus principios como por su modo de obrar, del Directorio Escocés de la Estricta
Observancia. Constituido el Directorio, fue reconocido por toda la cofradía en calidad
de autoridad judicial, suprema y ejecutiva de la Sociedad de los francmasones de
la Gran Madre Logia Nacional de los Estados prusianos (llamada de los Tres Globos
terrestres) - Los hermanos destinados a formar parte de este Directorio, constituyeron
al mismo tiempo el Supremo Oriente de la sociedad de las Logias, y en esta calidad
asumen la incumbencia y contraen la obligación sagrada de velar por que la doctrina
se conserve con toda su pureza, de preservarla de toda mistificación y de guardar,
aumentar y distribuir el tesoro de los conocimientos masónicos.
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