Cristian Rosenkreuz y
la Orden de los Rosacruces
Antiguas Verdades con Ropajes Modernos
Max Heindel
El Jinete Polaco (Pintura de Rembrandt, 1655)
Una tradición dice que este es un retrato
del misterioso Rosacruz
Adepto el Conde de Saint Germain,
se cree que fue una
encarnación de Christian Rosenkreutz
Habiendo encontrado entre el público un gran deseo de saber algo sobre la
Orden de los Rosacruces, y como en nuestra civilización occidental, y quizás
hasta entre nuestros estudiantes, no se comprende bien el importante lugar
ocupado por los Hermanos de la Rosa Cruz, es conveniente dar algunas
informaciones auténticas sobre el asunto.
Todo el mundo está sujeto a
la ley, y toda nuestra evolución progresó espiritual y físicamente a la par.
El Sol es el dador de la luz física, tal como lo conocemos, y aparentemente
marcha del Este al Oeste llevando luz y vida a todas las partes de la Tierra
unas después de otras. Pero el Sol visible, es únicamente una parte del Sol,
así como el cuerpo visible es solo una pequeña parte del hombre. Hay un Sol
invisible y espiritual cuyos rayos estimulan el crecimiento del alma en unas
partes de la Tierra tras otras, así como el Sol visible promueve el
crecimiento de la forma, y este impulso espiritual también viaja en la misma
dirección: del Este al Oeste.
Seiscientos o setecientos años A.C. ,
una nueva oleada de espiritualidad brotó en las costas occidentales del
Océano Pacífico para iluminar a la nación china, y la religión de Confucio
la profesan hoy en día muchos millones de habitantes del Celeste Imperio.
Más tarde vemos el efecto de esta oleada en la religión de Buda, enseñanza
que tuvo por objeto iluminar las aspiraciones de millones de hindúes y de
chinos occidentales. En su curso hacia el Oeste, aparece después entre los
griegos intelectuales en las filosofías de Pitágoras y Platón, y por último
, pasa al mundo occidental, entre los precursores de la raza humana, donde
tomó la excelsa forma de la Religión Cristiana.
La Religión Cristiana
se ha ido abriendo camino hacia el Oeste, hasta las costas del Océano
Pacífico, y allí se han ido amasando y concentrando las aspiraciones
espirituales. Allí alcanzarán su punto culminante, antes de seguir de nuevo
su camino del Océano e inaugurar un despertar más elevado y más sublime en
el Oriente, mucho más de lo que existe actualmente en esa parte de la
Tierra.
Así como el día y la noche, el verano y el invierno, el
reflujo y el flujo, se siguen los unos a los otros en ininterrumpida
sucesión, de acuerdo con la ley de ciclos alternativos, así también la
aparición de una oleada de espiritualidad en cualquier parte del mundo va
seguida de un período de reacción material, para que nuestro desarrollo no
se unilateralice.
La Religión, el Arte y la Ciencia son los tres
medios más importantes de educación humana y son una trinidad en una unidad
que no puede separarse sin torcer el punto de vista de cualquier cosa que
investiguemos. La verdadera Religión comprende a la vez la ciencia y el
arte, porque enseña una vida hermosa en armonía con las leyes de la
Naturaleza.
La verdadera Ciencia es artística y religiosa en el más
elevado sentido, por que nos enseña a reverenciar y conformarnos con las
leyes que gobiernan nuestro bienestar y explica porqué la vida religiosa
conduce a la salud y a la belleza.
El verdadero Arte es tan
educacional como la ciencia y tan perfeccionante, en su influencia, como la
religión. En la Arquitectura encontramos la más sublime presentación de las
líneas cósmicas de fuerza en el Universo. Llena al contemplador espiritual
de una poderosa devoción y adoración, nacida de la concepción de la grandeza
y majestad de la Divinidad. La escultura y la pintura, la música y la
literatura, nos llenan de un trascendental amor de Dios, la fuente inmutable
y la meta de todo este hermoso mundo.
Nada, excepto esta enseñanza
integral, podrá responder permanentemente a las necesidades humanas. Hubo un
tiempo ya entre los griegos en el que Religión, Arte y Ciencia se enseñaban
juntas en los Templos de Misterios. Pero hízose necesario, para el mejor
desenvolvimiento de cada una de ellas, el que se separaran durante algún
tiempo.
La Religión reinó suprema en las llamadas "edades negras", la
Edad Media. Durante ese tiempo esclavizó a la Ciencia y al Arte, atándoles
de pies y manos. Luego vino el período del Renacimiento y el Arte floreció
en todos sus dominios. La Religión era muy fuerte todavía, y el Arte se
prostituyó bien pronto, poniéndose al servicio de la Religión. Por último le
llegó el tiempo a la Ciencia moderna, la que con mano de hierro ha subyugado
a la Religión.
Fue en detrimento del mundo que la Religión oprimió a
la Ciencia. La Ignorancia y la Superstición produjeron males sin cuento;
pero, no obstante, el hombre abrigaba elevados ideales espirituales y
esperaba una vida mejor. Es muchísimo más desastroso el que la Ciencia esté
matando a la Religión, porque ahora, hasta la Esperanza, el único dón que
los dioses han dejado en la caja de Pandora, puede desvanecerse ante el
Materialismo y el Agnosticismo.
Tal estado de cosas no puede
continuar. Tiene que producirse la reacción. Si así no fuera, la Anarquía
rendiría al Cosmos. Para prevenir tal calamidad, la Religión, la Ciencia y
el Arte deben reunirse en una expresión más elevada de lo Bueno, lo
Verdadero y lo Bello, que lo que había sido antes de su separación.
Los sucesos futuros proyectan sus sombras anticipadamente, y cuando los
Grandes Guías de la humanidad ven cierta tendencia hacia el
ultramaterialismo, que repunta ahora en el mundo occidental, tomaron ciertas
medidas para contrarrestarla y transmutarla a su debido tiempo. No deseaban,
en manera laguna, matar a la Ciencia floreciente como ésta ha tratado de
hacerlo con la Religión, porque ellos ven que el bien, en definitiva,
resultará cuando una Ciencia avanzada se haya convertido nuevamente en
colaboradora de la Religión.
Una Religión espiritual no puede, sin
embargo, unirse a una Ciencia materialista, así como el aceite no puede
mezclarse con el agua. Por lo tanto, oportunamente se tomaron medidas para
espiritualizar la Ciencia y hacer científica a la Religión.
En el
siglo XIII, un gran instructor espiritual, que tenía por nombre el simbólico
de Cristian Rosenkreuz - Cristiano , Rosa, Cruz - apareció en Europa para
comenzar ese trabajo. Fundó la misteriosa Orden de los Rosacruces con el
objeto de arrojar luz oculta sobre la mal entendida Religión Cristiana, y
para explicar el misterio de la Vida y del Ser, desde un punto de vista
científico, en armonía con la Religión.
Muchas centurias han
transcurrido desde la encarnación, como Cristian Rosenkreuz, del fundador de
la Escuela de Misterios Rosacruz, y muchos han considerado su existencia
como un mito. Pero su nacimiento como Cristian Rosenkreuz ha marcado el
principio de una nueva época de vida espiritual en el mundo occidental. Ese
Ego particular ha estado en continuas existencias físicas desde entonces, en
uno u otro de los países europeos. Tomaba un cuerpo nuevo cada vez que sus
sucesivos vehículos habían perdido su utilidad, o si las circunstancias
hacían necesario que cambiara el campo de sus actividades. Más aún: hoy está
encarnado, siendo un Iniciado de grado superior, potente y activo factor en
los asuntos del Occidente, si bien desconocido para el mundo.
Trabajó
con los Alquimistas durante varios siglos antes del advenimiento de la
ciencia moderna. El fue quien valiéndose de un intermediario inspiró las
ahora mutiladas obras de Bacon. También Jacobo Boheme y otros recibieron de
él la inspiración que iluminaron sus obras tan espiritualmente. En los
escritos del inmortal Goethe y en las obras maestras de Wagner, encontramos
la misma influencia. Todos los espíritus inquietos que rehusan alimentarse
de la ciencia o la religión ortodoxa, que huyen de las esclavitudes, tratan
de penetrar los dominios espirituales, sin miras de gloria o vanidad, sacan
sus inspiraciones de la misma fuente, como lo hizo y lo hace el gran
espíritu que animó a Cristian Rosencreuz.
Su mismo nombre es la
encarnación de la manera como el hombre actual se transformará en Divino
Superhombre. Ese símbolo, "Cristián Rosen Kreuz" Cristian (o) Rosa
Cruz
muestra el fin y objeto de la evolución humana, el sendero que
debe recorrer y los medios por los cuales se alcanzará. La Cruz blanca, los
tallitos gemelos, verdes, de la planta, que enroscan la cruz, las espinas y
las rosas rojo- sangre, ocultan la solución del Misterio del Mundo: la
evolución pasada, la constitución presente y especialmente el secreto del
futuro desarrollo del Hombre.
La oculta del profano, pero la revela
al Iniciado, tanto más claramente, cuanto más trabaja un día tras otro
labrando para sí la más preciosa de todas las gemas, la Piedra Filosofal,
mucho más preciosa que el Vellocinio; más preciosa aún que todas las
riquezas terrestres. Recuerda como la humanidad está malgastando ahora, en
su ignorancia, el material concreto que podría emplear en la formación de
ese tesoro inestimable.
Para mantenerlo firme y seguro en todas las
adversidades, la Rosa-Cruz se mantiene ante él como una inspiración, como la
gloriosa consumación que le espera en el porvenir, e indica al Cristo, la
Estrella de la Esperanza, el "primer fruto", que trajo esa maravillosa
piedra cuando se encarnó en el cuerpo de Jesús.
Por medio de
investigaciones, se ha encontrado que en todos los sistemas religiosos había
una enseñanza reservada para los elegidos, que no se daba a la multitud, en
parábolas, pero explicó su oculto significado a sus discípulos, dándoles así
una comprensión más profunda y más apropiada a sus mentes desarrolladas.
San Pablo daba "leche" a los niños o hermanos más jóvenes de la
comunidad, reservando la "carne" para los fuertes que había ya estudiado
profundamente. Así que siempre ha habido una enseñanza oculta o interna y
otra externa, y esas enseñanzas ocultas se daban en las Escuelas de
Misterior que cambian de vez en cuando para adaptarse a las necesidades de
los pueblos en los que están trabajando.
La Orden de los Rosacruces
no es simplemente una sociedad secreta, es una de las Escuelas de Misterios,
y los Hermanos son Hierofantes de los Misterios Menores: Custodios de las
Sagradas Enseñanzas que tienen un Poder Espiritual mucho más potente en la
vida del Mundo Occidental que cualquier gobierno visible, si bien ellos no
se interponen con la humanidad hasta el punto de privarla de su libre
albedrío.
Como el sendero de desarrollo, en todos los casos, depende
del temperamento del aspirante, hay generalmente dos: el místico y el
intelectual. El místico está desprovisto de conocimientos intelectuales;
sigue simplemente los dictados de su corazón y trata de hacer la voluntad de
Dios como el la siente, elevándose sin estar consciente de ninguna meta
definida, y al fin alcanza el conocimiento. En la Edad Media la gente no era
tan intelectual como lo es ahora, y los que sentían el llamado hacia la vida
superior, generalmente seguían el sendero místico. Pero durante los últimos
centenares de años, desde el advenimiento de la ciencia moderna, una
humanidad más intelectual ha poblado la Tierra; la cabeza ha vencido
completamente al corazón, el materialismo ha dominado todo impulso
espiritual y la mayoría de la gente pensante no cree en nada que no pueda
tocar, gustar o manipular. Por lo tanto, es necesario que se haga un llamado
a su intelecto para que el corazón pueda creer lo que el intelecto haya
sancionado. Respondiendo a esta demanda, las Enseñanzas de Misterios de los
Rosacruces tratan de correlacionar los hechos científicos con las verdades
espirituales.
En el pasado, esas enseñanzas han sido mantenidas en
secreto para todos, excepto para los pocos Iniciados; y aún hoy en día, son
una de las más misteriosas y secretas del mundo occidental. Todos los
llamados "hallazgos " del pasado, que parecían revelar los secretos de los
rosacruces, han sido o fraudulentos o resultado de traiciones de parte de
algún profano que accidentalmente o de otra manera ha escuchado fragmentos
de conversaciones, ininteligibles para todos menos para los poseedores de la
clave. Es posible vivir bajo el mismo techo y en estrecha intimidad con un
Iniciado de cualquier escuela, pero su secreto permanecerá siempre oculto en
su pecho hasta que el amigo haya llegado al punto en el que pueda
convertirse en un Hermano Iniciado. El revelar los secretos no depende de la
Voluntad del Iniciado, sino de las calificaciones del aspirante.
Como
cualquier otra Orden de Misterios, la de los Rosacruces está formada
siguiendo líneas cósmicas; si tomamos esferas de cualquier tamaño y tratamos
de ver cuantas son necesarias para cubrir a una de ellas, encontraremos que
se requieren doce para cubrir a la decimotercera. La última división de la
materia física, el átomo verdadero, que se encuentra en el espacio
interplanetario, está agrupada así: doce en torno de uno. Los doce signos
del Zodiaco que envuelven nuestro sistema solar, los doce semitonos de la
escala musical que comprende la octava, los doce apóstoles que se reunieron
en torno de Cristo, etc., son otros tantos ejemplos de esta agrupación de
doce en torno de uno. La Orden de los Rosacruces está también compuesta de
doce Hermanos más un décimotercero.
Hay otras divisiones que deben
notarse. Hemos visto que de las Huestes Celestiales de doce Jerarquías
Creadoras que estuvieron en actividad en nuestro sistema evolutivo, cinco se
han retirado a la liberación, dejando únicamente a siete de ellas para que
se ocupen de nuestro progreso ulterior. En armonía con este hecho, el hombre
actual, el Ego interno, el microcosmo, trabaja externamente por medio de
siete orificios visibles del cuerpo: dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales
y una boca, estando los cinco restantes total o parcialmente cerrados: las
mamas, el ombligo y los órganos excretorios.
Las siete rosas que
adornan nuestro hermoso emblema y la radiante estrella que está detrás
simbolizan las doce Grandes Jerarquías Creadoras, que han asistido al
espíritu humano, evolucionante a través de los estados, mineral, vegetal y
animal anteriores, cuando no tenía conciencia y era incapaz de cuidarse a sí
mismo, aún en el más mínimo grado. De estas doce Huestes de Grandes Seres,
tres clases trabajaron con el hombre por propia voluntad, sin tener la menor
obligación de hacerlo.
Estas huestes están simbolizadas por los tres
puntos de la estrella de nuestro emblema que apuntan hacia arriba. Dos más
de estas Grandes Jerarquías están a punto de retirarse, y están simbolizadas
por los dos puntos de la estrella que irradian hacia abajo. Las siete rosas
simbolizan el hecho de que aún hay siete Grandes Jerarquías en actividad en
el desarrollo de los seres de la Tierra, y como todas estas diversas clases,
desde la más pequeña hasta la más grande, no son sino parte del Unico Gran
Todo que llamamos Dios, todo el emblema es un símbolo de Dios en
manifestación.
El axioma hermético dice: "como es arriba es abajo", y
los instructores menores de la humanidad están también agrupados según las
mismas líneas cósmicas de 7, 5 y 1. Hay sobre la Tierra siete escuelas de
Misterios Menores, cinco de Misterios Mayores, y el total está agrupado en
torno de una Cabeza Central que se llama el Liberador.
En la Orden
Rosacruz, siete Hermanos van al mundo cada vez que la ocasión lo requiere,
apareciendo como hombres entre los hombres o trabajando en sus vehículos
invisibles con o sobre los demás, según sea necesario; sin embargo, debe
tenerse bien presente que más influyen en nadie contra su voluntad o contra
sus deseos, sino que únicamente fortalecen el bien dondequiera que lo
encuentren.
Lo cinco Hermanos restantes nunca abandonan el templo; y
aunque poseen cuerpos físicos, ejecutan todo su trabajo desde los mundos
internos.
El décimotercero es el Jefe de la Orden, un eslabón con el
Consejo Central Superior, que está compuesto por los Hierofantes de los
Misterios Mayores, los que no tratan con la humanidad ordinaria
absolutamente, sino solo con los graduados en los Misterios Menores.
La cabeza de la Orden está oculta al mundo externo por los doce Hermanos
como la décimotercera esfera de nuestro reciente ejemplo ilustrativo. Aún
los discípulos de la escuela nunca lo ven, pero en los servicios nocturnos
del Templo, todos sienten su presencia cualquiera que sea el momento que él
entre, y es señal para que comience la ceremonia.
Alrededor de los
Hermanos de la Rosa Cruz, como discípulos suyos, hay cierto número de
"hermanos legos", quienes viven en diversas partes del mundo occidental,
pero que pueden dejar sus cuerpos conscientemente, atender a los servicios y
participar en la obra espiritual del Templo, habiendo sido "iniciados" todos
y cada uno de ellos por alguno de los Hermanos Mayores. La mayoría puede
recordar todo cuanto les sucede, pero hay algunos casos en los que la
facultad de dejar el cuerpo se adquirió en alguna encarnación anterior y
ahora alguna enfermedad o el hábito de tomar drogas ha inhabilitado al
cerebro para recibir impresiones del trabajo ejecutado por el Ego fuera del
cuerpo.
INICIACION
La idea general que se tiene sobre la
iniciación es que esta no es más que una ceremonia que convierte a uno en
miembro de una sociedad secreta, cosa que puede conferirse con tal de que se
pague cierto precio, una suma de dinero en la mayoría de los casos.
Si bien es cierto que en la llamada "iniciación" en las órdenes fraternales
o en la mayoría de las seudo-ocultas, sucede así, es completamente erróneo
cuando se aplica a las iniciaciones en los varios grados de las verdaderas
Fraternidades Ocultas, como lo aclarará un poco de comprensión de los
requisitos realmente exigidos.
En primer lugar, el oro no es en
manera alguna la llave del Templo; el mérito cuenta, pero no el dinero. El
mérito no se adquiere en un día; es el producto acumulado de las buenas
acciones pasadas. El candidato para iniciación generalmente está
inconsciente de que es el candidato, y vive su vida en la comunidad
sirviendo a su prójimo durante días y años sin ningún pensamiento ulterior,
hasta que un buen día aparece en su vida un instructor, un Hierofante de los
Misterios Menores, apropiado al país en el que resida el candidato. Hasta
este momento éste ha venido cultivando en sí ciertas facultades y acumulando
ciertos poderes para servir y ayudar, de los que está generalmente
inconsciente o los que no sabe como usar debidamente. La tarea del iniciador
es entonces muy sencilla: muestra al candidato sus facultades latentes, los
poderes adormecidos, y lo inicia en su empleo; le explica o demuestra por
vez primera cómo puede despertar esa energía estática convirtiéndola en
poderes dinámicos.
La iniciación puede realizarse con una ceremonia o
no, pero obsérvese particularmente que siendo la Iniciación la culminación
inevitable de prolongados esfuerzos espirituales, sean conscientes o no, por
parte del candidato, no puede positivamente tener lugar hasta que el
desenvolvimiento interno haya acumulado los poderes latentes que la
Iniciación enseña a emplear dinámicamente, así como el apretar el gatillo de
un revolver descargado, no puede producir explosión alguna.
Tampoco
hay miedo alguno de que el instrucción no se fije en alguno que haya
alcanzado el grado de desarrollo requerido. Toda acción buena y
desinteresada aumenta la luminosidad y el poder vibrante del aura del
candidato enormemente, y tan seguramente como que el imán atrae la aguja,
así también la brillantez del aura luminosa atraerá el instructor.
Por supuesto, es imposible describir en un libro dado al público en general
los estados de la iniciación rosacruz. Hacerlo así sería una falta de
lealtad y sería además imposible por falta de palabras para expresar los
hechos. Pero está permitido dar un bosquejo general y mostrar el propósito
de la iniciación.
Los Misterios Menores tratan únicamente con la
evolución de la humanidad durante el Período Terrestre. En las tres
revoluciones y media primeras de la oleada de vida en torno de los siete
globos, los Espíritus Virginales no habían adquirido la consciencia de sí
mismos. Debido a esto ignoramos como hemos llegado a ser lo que somos.
Tiene, pues, que iluminarse al candidato sobre el asunto, así que bajo el
impulso del Hierofante, durante el primer período de iniciación en el primer
grado, su consciencia se dirige hacia la página de la Memoria de la
Naturaleza que contiene los recuerdos de la primera revolución , en la que
recapitulamos el desarrollo del Período de Saturno. el está aún en plena
posesión de su consciencia diaria; sabe y recuerda perfectamente los hechos
de la vida del siglo XX, pero está ahora observando conscientemente los
progresos de la evolucionante hueste de espíritus virginales, de la que era
una unidad en la Revolución de Saturno. En esa forma aprende como se dieron
los primeros pasos en el Período Terrestre, hacia la meta de realización, la
que le será revelada en un grado superior.
Habiendo aprendido la
lección prácticamente, tal como se describe en el capítulo X, el candidato a
adquirido conocimiento directo sobre el asunto y se ha puesto en contacto
con las Jerarquías creadoras en su obra sobre el hombre; puede, por lo
tanto, apreciar su valor beneficioso en el mundo y hasta cierto punto puede
ponerse en línea con ellas, convirtiéndose de hecho en colaborador suyo.
Cuando llega el tiempo, para él, de pasar al segundo grado, se le
facilita el que dirija su atención a las condiciones de la segunda
Revolución del Período Terrestre, tal como están registrados en la Memoria
de la Naturaleza; entonces observa con plena consciencia los progresos
hechos en ese tiempo por los Espíritus Virginales, así como Peter Ibetson
(el héroe de la obra "Peter Ibetson" de Jorge du Maurier, que recomendamos
se lea por ser una descripción muy gráfica de ciertas fases de
subconsciencia) observaba su vida infantil durante las noches en que "soñaba
de verdad". En el tercer grado el discípulo estudia la evolución de la
Tercera Revolución o Lunar, y en el cuarto grado ve los progresos hechos en
la mitad de la Revolución que acabamos de pasar.
Además hay otro paso
en cada grado; el discípulo ve, además de la labor ejecutada en cada
revolución, la obra realizada en la Época correspondiente durante nuestra
actual estada en el globo D, de la Tierra.
Durante el primer grado,
estudia la obra de la Revolución de Saturno y su última consumación en la
Época Polar.
En el segundo grado, la obra de la Revolución Solar y su
réplica: la Época Hiperborea.
Durante el tercer grado observa la obra
realizada en la Revolución Lunar, y ve cómo fue la base de la vida en la
Epoca Lemúrica.
Durante el cuarto grado ve la evolución de la última
media revolución con su correspondiente período de tiempo en nuestra estada
sobre la Tierra; la primera mitad de la Época Atlante que terminó cuando la
densa niebla de la atmósfera desapareció y el Sol comenzó a brillar sobre la
tierra y el mar; entonces terminó también la noche de inconsciencia, los
ojos del Ego interno se abrieron por completo y pudo dirigir la luz de su
razón sobre el problema de conquistar al Mundo. Ese fue el tiempo en que
nació el hombre tal como hoy le conocemos.
Cuando en los antiguos
sistemas de iniciación se oye hablar de que se sumerge en trance al
candidato durante un período de tres días y medio, esto no es más que una
referencia a esa parte de la iniciación que acabamos de describir, y los
tres días y medio se refieren a estados pasados y no son, en manera alguna,
días de venticuatro horas; varía el tiempo usado con cada candidato, pero en
cualquier caso se le conduce a través del desarrollo inconsciente de la
humanidad durante las Revoluciones pasadas, y cuando se dice que despierta
al nacer el sol del cuarto día, es la forma mística de expresar que su
iniciación es la obra de la carrera involucionaria del hombre que cesó
cuando el Sol se levantó sobre la atmósfera aclarada de la Atlántida.
Entonces se proclama al candidato "primogénito".
Habiéndose
familiarizado con el camino que hemos transitado en el pasado, el quinto
grado lleva al candidato al final del Período Terrestre, en el que una
humanidad gloriosa está recogiendo los frutos de este Período y
llevándoselos consigo de los siete globos sobre las cuales evolucionamos en
cada Día de Manifestación, al primero de los cinco globos obscuros que son
nuestra habitación durante las Noches Cósmicas. El más denso de ellos está
situado en la Región del Pensamiento Abstracto, y en realidad el "Caos" de
que se habla en la página 216 y siguientes. Este globo es también el Tercer
Cielo, y cuando San Pablo habla de haber sido llevado al Tercer Cielo, donde
vio cosas que no podía decir, se refería a las experiencias equivalente a
las del quinto grado de los Misterios Rosacruces actuales.
Una vez
que se la mostrado el fin del quinto grado, el candidato queda familiarizado
con los progresos que se lograrán durante las tres revoluciones y media
restantes del Período Terrestre; los cuatro grados restantes están dedicados
a iluminarle sobre el asunto.
Por medio de la percepción así
adquirida puede cooperar inteligentemente con los Poderes que trabajan para
Dios, pudiendo, entonces, ayudar a apresurar el día de nuestra emancipación.
Con el objeto de rebatir un malentendido muy común, deseamos advertir a
los estudiantes que no somos rosacruces por el hecho de estudiar sus
enseñanzas, ni aún nuestra admisión en el templo nos califica para darnos
ese nombre. El autor, por ejemplo, es únicamente un hermano lego, y bajo
ninguna circunstancia se denominaría a sí mismo Rosacruz.
Sabemos
sobradamente, que cuando un muchacho se ha graduado en gramática en una
escuela, no por eso está en condiciones de enseñarla. Antes debe asistir a
la escuela superior y a la facultad, y aún entonces puede muy bien no
sentirse llamado a ser profesor en gramática. Similarmente en la escuela de
la vida, no porque un hombre se haya graduado en la escuela de Misterios
Rosacruces puede llamarse Rosacruz. Los graduados en las varias escuelas de
misterios menores pasan a las cinco escuelas de misterios mayores. En las
cuatro primeras, pasan por las cuatro Grandes Iniciaciones, y por último
llegan al Liberador, en donde reciben conocimientos concernientes a otras
evoluciones, y se les da la elección de quedarse aquí para asistir a sus
hermanos o entrar en otras evoluciones como auxiliares. A los que eligen
quedarse aquí como auxiliares, se les dan diversas tareas, de acuerdo con
sus gustos e inclinaciones naturales. Los Hermanos de la Rosa Cruz, están
entre esos compasivos, y es un sacrilegio usar indebidamente su nombre
aplicándoselo uno a sí mismo, cuando no somos más que estudiantes de sus
hermosas doctrinas.
Durante las últimas centurias los Hermanos han
trabajado por la humanidad en secreto; cada noche, a media noche, hay un
servicio en el Templo, en el que los Hermanos Mayores, asistidos por los
hermanos legos que pueden dejar su trabajo en el mundo ( puedes muchos de
ellos residen en lugares en los que aún es de día cuando es medianoche en el
lugar donde está situado el Templo de la Rosa Cruz), atraen de todas partes
del Mundo Occidental los pensamientos de sensualidad, avaricia, egoísmo y
materialismo. Entonces tratan de transmutarlos en puro amor, benevolencia,
altruismo y aspiraciones espirituales, enviándolos de nuevo al mundo para el
mejoramiento y vigorización del bien. Si no fuera por este potente manantial
de vibraciones espirituales, el materialismo habría ya concluido con todo
esfuerzo espiritual, porque nunca ha habido edad más negra, desde el punto
de vista espiritual, que los últimos trescientos años de materialismo.
Ahora ha llegado el tiempo, sin embargo, en el que los esfuerzos
secretos deben sustituirse por un esfuerzo más directo, para promulgar una
enseñanza definida, lógica y consecuente, respecto al origen, evolución y
desarrollo futuro del mundo y del hombre, mostrando, a la vez, los aspectos
espiritual y científico; una enseñanza tal, que no haga enseñanza alguna
irreconciliable con la razón o la lógica; una enseñanza que satisfaga a la
mente dando una explicación razonable a todos los misterios, enseñanza que
no pide ni elude preguntas, siendo sus explicaciones a la vez lúcidas y
profundas.
Pero, y éste es un "Pero" muy importante, los Rosacruces
no consideran la comprensión intelectual de Dios y del Universo como un fin
en sí mismo; lejos de ello: cuanto mayor es el intelecto, tanto mayor es el
peligro de su mal uso. Por lo tanto, esta enseñanza científica, lógica y
completa se da para que el hombre pueda creer en su corazón, lo que su
cabeza ha sancionado, y para que comience a vivir una vida religiosa.
LA FRATERNIDAD ROSACRUZ
Con el objeto de promulgar esta enseñanza, se
ha formado la Fraternidad Rosacruz, y cualquiera puede inscribirse como
estudiante escribiendo al Secretario General, siempre que no sea hipnotista,
medium, vidente, quiromántico o astrólogo profesional. No hay cuotas
iniciales, ni compromisos. El dinero no puede comprar esas enseñanzas; el
avance depende del mérito.
Cuando el estudiante de las enseñanzas
rosacruces se ha compenetrado de la verdad de ella y está ya preparado para
cortar toda relación con cualquier otra orden oculta o religiosa (excepto
las Iglesias Cristianas y las Ordenes Fraternales) puede asumir la
obligación que lo admite en el grado de Probacionista.
No queremos
insinuar en manera alguna, con la cláusula anterior, que las demás escuelas
de ocultismo no sirvan - lejos de ello -; muchos caminos conducen a Roma,
pero llegaremos con menos esfuerzos si seguimos uno solo de ellos, que si
zigzagueamos de un sendero a otro. Nuestro tiempo y energía son limitados,
en primer término, y están aun más escatimados por nuestros deberes de
familia y sociales, que no debemos descuidar para atender al propio
desenvolvimiento. Con el objeto de malgastar al mínimum las energías que
tenemos a nuestra disposición, y para evitar el perder los pocos momentos de
que disponemos, los Guías insisten en que cortemos la relación con las demás
órdenes.
El mundo es un agregado de oportunidades, pero para
aprovecharnos de ellas es necesario que tengamos suficiencia en cualquier
línea de esfuerzos. El desarrollo de nuestros poderes espirituales nos
capacitará para ayudar o perjudicar a nuestros hermanos más débiles. Cuando
el objeto es únicamente el Servir a la humanidad, esa eficiencia es
justificable.
El método de realización rosacruz difiere de otros
sistemas en un punto especial: persigue, desde el mismo comienzo, emancipar
al discípulo de toda dependencia de los demás , hacerlo confiado en sí mismo
en el más alto grado, de manera que pueda permanecer solo en todas las
circunstancias y luchar con todas las condiciones. Unicamente el que está
tan bien equilibrado puede ayudar al débil.
Cuando cierto número de
personas se reúnen en una clase o círculo con objeto de desarrollo,
siguiendo métodos "negativos" se obtienen resultados en poco tiempo, porque
es más fácil dejarse llevar por la corriente que luchar contra ella. Sin
embargo, el medium, no es dueño de sus actos, sino el esclavo del espíritu
que lo domina. De ahí que esas reuniones deban ser rehuidas por los
Probacionistas.
Aun las reuniones en que se mantenga una actitud
mental positiva no son aconsejadas por los Hermanos Mayores, porque los
poderes latentes de todos los miembros están mezclados y a veces se obtienen
visiones de los mundos internos, debidas en parte a las facultades de los
demás. El calor de un carbón en el centro de una hoguera queda aumentado por
el de los carbones que lo rodean, y el clarividente producido en un círculo,
aunque sea positivo, es una planta de invernadero, demasiado sumiso el mismo
como para que se le confíe el cuidado de los demás.
Por lo tanto todo
Probacionista de la Fraternidad Rosacruz ejecuta sus ejercicios1 en la
soledad de su habitación. Los resultados se obtendrán más lentamente
siguiendo este sistema, pero cuando aparezcan, se manifestarán como poderes
cultivados por uno mismo empleables independientemente de los demás. Además
los métodos Rosacruces construyen el carácter al mismo tiempo que
desarrollan las facultades espirituales, y de esta manera resguardan al
discípulo de la tentación de prostituir sus poderes divinos por prestigios
mundanos.
Cuando el Probacionista ha cumplido con los requisitos
exigidos y completado el término de prueba, puede solicitar instrucciones
individuales de los Hermanos Mayores por medio del Secretario General.
LA SEDE INTERNACIONAL DE LA FRATERNIDAD ROSACRUZ
Habiéndose
constituido THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP ( La Fraternidad Rosacruz) con el
propósito de promulgar las enseñanzas impartidas en este libro y ayudar a
los aspirantes en el sendero de realización, se hizo necesario hallar una
residencia permanente y facilitar los medios para efectuar la labor. Con
este objeto fue comprado un amplio solar en la ciudad de Oceanside
(California), situado a noventa millas al sur de Los Angeles y a cuarenta
millas al norte de San Diego, la ciudad más al sudoeste de los Estados
Unidos.
Dicho terreno ocupa un sitio prominente, teniendo por el lado
oeste una de las más maravillosas vistas del Océano Pacífico y al este
hermosas montañas de nevadas cimas.
La parte sur de California es una
región que ofrece excepcionales oportunidades para el desarrollo espiritual
debido a que el éter de su atmósfera es más denso que en ninguna otra parte
del mundo, y Mount Ecclesia, como se denomina la sede central de la
Fraternidad Rosacruz, está particularmente favorecida e este respecto.
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