Emilio Sánchez-Ortiz
Publicado en la desaparecida revista "Índice",
Madrid,
Julio-Agosto de 1976
-Señor Fontaine. ¿puede decirnos de dónde procede la Masonería?
-El origen de las corporaciones o de los "constructores" se
pierde en la noche de los tiempos. Los iniciados que construían el templo, lugar
sagrado por excelencia, conocían los secretos de la metafísica que fundamenta este
tipo de construcción, pero digamos que en Occidente la Masonería especulativa, tal
como la conocemos en la actualidad, desciende de las hermandades de la Edad Media.
Estas fueron las que levantaron las catedrales de Francia y Europa, protegidas por
la Orden del Temple y por ciertas exenciones fiscales o franquicias en las ciudades;
de ahí procede su nombre de "franc-masones" o "free-masons".
-¿Y por qué estaban protegidos por esta Orden del Temple?
-En Occidente, la Edad Media se caracteriza por la tentativa de restauración
de lo que llamamos la sociedad tradicional, estructurada jerárquicamente desde la "cumbre".
En ella estaban situados los sacerdotes que ejercían una influencia directísima
sobre la caballería, es decir, a la Orden del Temple constituida por diversas categorías
de caballeros -entre ellos, los monjes-. Estos, a su vez, ejercían una gran influencia
e inspiraban a los artesanos, a partir de iniciaciones de oficio. El Temple protegía,
por tanto, a todas las hermandades que trabajaban para ellos -albañiles, carpinteros,
talladores de piedra, herreros, etc.- en los caminos y en los lugares de trabajo,
e incluso contra los abusos de los cobradores de impuestos.
-¿Siguen
existiendo franc-masones de este tipo?
-Naturalmente. Se han perpetuado
en los gremios que aquí llamamos "compagnonage" y en los que actualmente
podemos encontrar a los mejores especialistas del país, que conservan incólumes
las costumbres e iniciaciones del oficio. Son ellos los que suelen encargarse de
las construcciones más delicadas. Últimamente han construido el puente de Tanquarville
en Normandía. Su drama es que hoy por hoy viven en el pasado, sin renovarse, faltos
de inspiradores como sucedía en la Edad Media.
-¿Qué lazos ligan a estos
gremios con la francmasonería actual?
-Los historiadores creen que cuando
se destruyó la orden de los Templarios, sobre el año 1314, algunos de sus miembros
recibieron asilo en el seno de las hermandades que antes habían protegido. Se convirtieron
así en los primeros masones aceptados. De esta Masonería especulativa quedan huellas
en documentos como el "Marise Chapel Lodge" o las Cartas de Estrasburgo
y Colonia que datan de los siglos XV y XVI, y en Londres un pastor apellidado Anderson
redactó lo que entre nosotros llamamos "landmarks", ley y constitución
de todas las Masonerías regulares. Los "landmarks" configuran los límites
que no debemos franquear.
-Habla usted de una "Masonería regular".
¿Hay otra irregular?
-Sí, y se trata de un fenómeno típicamente latino.
Los "landmarks" prescriben que no puede haber sino una gran logia por
país, y para que esta sea "regular" debe estar reconocida de antemano
por otras tres grandes logias ya constituidas, así como responder a ciertos criterios:
creencia en Dios, presencia de la Biblia en los templos, prohibición de hablar de
política o religión en el interior de los lugares sagrados, estricta observación
de los reglamentos antiguos, usos y costumbres de la Masonería etc.
La Masonería "irregular"
no existe en los países anglosajones o escandinavos. Los reyes de Inglaterra y Suecia
han sido siempre los Grandes Maestres de Honor en sus países. Lo mismo ocurre con
los presidentes de EE.UU.. Esto debería cambiar la visión que los países latinos
tienen sobre este asunto. Los masones "regulares" estamos a cien leguas
de distancia de las Masonerías ateas y politiqueras.
-Pero ustedes no
están excomulgados actualmente por el Vaticano...
-Claro, pero las diferentes
bulas papales han tenido diversas motivaciones; primero, por razones políticas en
la etapa de los Estuardo; después, porque numerosos eclesiásticos pertenecían a
las logias y mantenían en secreto nuestros trabajos. Finalmente, la Masonería francesa
pasó de ser una orden de iniciación a una sociedad de pensamiento, que fue suprimiendo
al correr de los años todo lo que permite el reconocimiento de una Gran Logia: supresión
de la creencia en Dios, de la Biblia, modificación o eliminación de ritos, etc.,
así se insertaba en el índice de las Masonerías... En el siglo XVIII no existía
sino el Gran Oriente, seguido de la Gran Logia de Francia, que debía naufragar en
análogos avatares y tampoco ser reconocida. Tuvimos que esperar hasta 1913 para
que un reducido grupo de masones franceses regulares creara la Gran Logia Nacional
Francesa, cuya sede está en Neully-sur-Sainé, para que Francia fuese reconocida
en el mundo entero.
-Concrétenos la problemática masonería-Iglesia en
estos momentos.
-Es imprescindible precisar que aparte de los católicos
romanos ninguna iglesia del mundo prohíbe a sus miembros participar en tareas masónicas,
ni siquiera los ortodoxos.
Hemos hablado del aspecto político de la excomunión.
En Francia, la Iglesia y el Gran Oriente se han combatido duramente. El Gran Oriente
es el culpable de que en el siglo XIX se produjese la escisión. Sin embargo, la
Masonería "regular" mantiene relaciones con Roma e incluso hay un padre
jesuita -el padre Riquert- que se encarga de los contactos entre Roma y nosotros.
-¿Tienen ustedes problemas con el Estado?
-Probablemente
ejercerá sobre nosotros una vigilancia discreta. Estamos inscritos en el Registro
de Asociaciones de la Prefectura de Policía y en la guía telefónica... En serio,
solamente los regímenes "totalitarios", de derechas o de izquierdas, prohíben
la Masonería. Los hombres que se fijan como meta el pensar objetivamente y en total
libertad constituyen un peligro para este tipo de poder. Y aquí me gustaría aclarar
que la Masonería española procedía del Gran Oriente y, en consecuencia, era liberal
y atea. Podríamos preguntarnos si su participación en la lucha política no fue la
causa de su prohibición: no creo que hubiese sucedido lo mismo con una Masonería
regular.
-En todo caso la actuación de la Masonería española durante
el periodo republicano suscita bastantes críticas...
-Repito que si
la Masonería no hubiera descendido a la arena política, si se hubiera mantenido
en su lugar, aún perviviría; de esto a pensar que el extinto general Franco hubiera
ocupado el puesto de Gran Maestre hay un mundo. En cualquier caso, si la Masonería
debe renacer algún día en España sería importante que se inscribiera en el marco
de la regularidad para que pudiera beneficiarse de nuestros trabajos, que son estrictamente
espirituales y no buscan sino el bienestar del hombre y la humanidad.
-Aclárenos un poco estas diferencias espirituales y materiales entre "regulares"
e "irregulares"...
-Todas las obediencias regulares y tradicionales
son ante todo espiritualistas; desde la configuración de nuestros templos hasta
nuestros trabajos y el respeto al pasado. ¿Puede usted pensar que un ateo construyera
una catedral, con todo el extraordinario mensaje que una edificación de este tipo
transporta?. Los intelectuales de izquierda que se proclaman marxistas hacen siempre
un paralelo entre la identidad de puntos de vista de Marx y Freud, pero nadie ha
citado las palabras de éste último cuando afirmó haber comprendido bastante de la
doctrina marxista, salvo el materialismo que le resultaba incomprensible. Para nosotros
todo creyente en Dios puede llegar a ser masón. En nuestras filas se agrupan católicos,
protestantes, ortodoxos, musulmanes, judíos, etc. Vivimos una época esencialmente
materialista y debemos hacer todo lo que este en nuestras manos para unir todas
las fuerzas espirituales del mundo. Los "irregulares" no piensan como
nosotros, eso es todo.
RITOS, INICIACIÓN, LOGIAS
-Entramos en un tema peliagudo que vamos a intentar bordear: se trata de
sus trabajos. ¿Puede usted decirnos para qué sirven las logias o talleres?...
-Primeramente es importante que desechemos la idea de que se tratan
de clubs más o menos políticos...; a mi modo de ver podríamos ofrecer una definición
trial:
-¿En qué consiste esa libertad que exigen?
- Libertad
de espíritu.
-¿Qué significado tiene entre ustedes "las buenas costumbres",
el "equilibrio", la "receptividad"?
-Ser de buenas
costumbres no creo que necesite aclaraciones, pero voy a darle un sentido "económico":
el abuso es siempre nefasto y nos hace recaer en las pasiones, encadenando nuestra
libertad. En el justo reparto de las fuerzas se halla el equilibrio. En cuanto a
la receptividad está claro que hay hombres por el mundo cerrados a toda idea nueva,
a cualquier estudio: ¿qué vendrían a hacer con nosotros? No se trata, pues, de una
traba a la libertad, sino de todo lo contrario.
-En el último punto hablaba
usted de la iniciación. ¿Puede definirnos el rito?
-Rito es un acto
cuya forma resulta de una revelación divina. El rito es una perpetuación de la revelación
que se muestra en él en su doble aspecto intelectual y ontológico. Cumplir un rito
no es únicamente describir un símbolo, sino participar en un cierto modo de ser
que tiene una prolongación extrahumana y universal.
-¿Cuáles son los
ritos masónicos?
-Puede usted asimilarlos a los ritos de tránsito de
un estado a otro. Nosotros tenemos tres grados: aprendiz, compañero y maestro; cada
iniciación tiene un simbolismo de oficio, al que se suma otro más universal como
es el caso de la purificación a través de los cuatro elementos: tierra, aire, fuego
y agua.
-¿Qué significa el tránsito de un estado a otro?
-El bautismo cristiano no es en sí sino una purificación por los cuatro elementos.
Allí está el agua lustral, la tierra en la sal colocada en la boca del postulante,
el fuego en la confirmación... En cuanto al tránsito de un estado a otro no se trata
de escalafones jerarquizados, sino de estados espirituales; y cuando un aprendiz
ha asimilado perfectamente el estado en el que se halla, es normal que acceda a
otro, en donde se dedicará a otros temas de meditación.
-¿No es utópico
pensar que el hombre puede realizar una labor extrahumana?
-Todas las
religiones hablan de un reino de Dios que no es de este mundo... No estamos hechos
para vivir en la tierra eternamente; debemos prepararnos para vivir en otro lugar
y en otro estado. Hablamos de un rito de tránsito, de paso, cuyo umbral es la muerte;
cuando nos enfrentemos a ella dejaremos de hablar de utopías.
-Esta iniciación.
¿en qué consiste? Hemos oído hablar de delantales, de aumentos de sueldo, de testamento...
- No estamos autorizados para revelar nada en lo que concierne a la
iniciación, pero puedo decirle que los delantales no son sino vestigios del pasado
de la francmasonería operativa que se servían de ellos para protegerse en los lugares
de trabajo. Los aumentos de sueldo son, asimismo, supervivencias del lenguaje de
la época y quiere decir que se está preparado para acceder a una clase superior.
En cuanto al testamento, hay en él un aspecto más "iniciático":
el profano que ingresa en nuestras filas debe morir para el mundo y purificarse.
Ante esta muerte simbólica se escribe, efectivamente, un testamento en el que se
explícita lo que se desea para la humanidad y para sí mismo. Jesucristo pidió algo
semejante a los cristianos.
-Se ha publicado una abundante literatura
presentándolos a ustedes como afiliados a una secta secreta y sanguinaria que practica
sacrificios de criaturas en el marco de unas tenebrosas "misas negras".
Suponemos que esto no es cierto actualmente, pero ¿en algún momento de su historia
se han producido hechos semejantes?
-Nuestros enemigos nunca descansan
y su literatura es puramente sensacionalista. No se construyen catedrales bajo el
terror de los obispos o practicando misas negras. Claro es que han existido ciertos
desequilibrados como, por ejemplo Leo Taxil, que editaba un periódico -"La
Marotte"- que llegó a prohibirse por atentar a las buenas costumbres. Fue condenado
a ocho años de cárcel. Logró fugarse a Suiza y regresó aprovechándose de una amnistía.
Se dedicó a la prensa anticlerical, fue recibido como masón con el grado de aprendiz
en 1 885 y al año siguiente se retractó. Publicó entonces un grueso volumen que
tituló Los misterios de la francmasonería desvelados. Muchas personas han tomado
en serio este libro. La prensa de la que usted me habla se debe haber inspirado
en esta fuente. En todo caso, Leo Taxil confesó en 1897 su "superchería"
y se hundió en el olvido.
-¿Puede inscribirse cualquier persona en la
Masonería?
-Naturalmente, siempre y cuando el candidato responda a ciertos
criterios como, por ejemplo, creer en Dios, tener un pasado impecable y ser libre.
-Se excluye, en consecuencia, todo tipo de delincuentes, aunque se hayan
reformado.
-En efecto.
-¿Hacen ustedes proselitismo?
-No. El único que nos permitimos es el que realizamos sobre miembros de
nuestra familia o amigos que juzgamos dignos de la Orden.
-Si la Masonería
propugna una perfección individual, ¿para qué ha creado las logias?
-No creemos en el hombre que puede llegar a perfeccionarse a solas. El hombre debe
ser guiado: leer todo y cualquier cosa es peligroso. En las logias aprovecha la
experiencia de sus hermanos para roturar su propio camino, lo cual no prohíbe el
trabajo interior que emana de aquellas experiencias.
-¿Esta camaradería
no propicia una protección especial?. Se dice que ustedes tienen más facilidades
para lograr ciertos cargos o triunfar en la vida.
-Mucha gente quiere
ingresar en la Orden únicamente por esta razón, pero se engañan de todas, claro
que hay cierta ayuda; cuando los hombres pertenecen a una misma sociedad es humano
que se echen una mano, lo mismo ocurre entre los miembros de los Rotarios, Clubs
de los Leones, ex alumnos de algunas escuelas, universidades, etc. Sin embargo,
si se apoya a alguien que lo necesita y logra el éxito, miel sobre hojuelas: pero
en el caso contrario no se le vuelve a ayudar. Esto es absolutamente verídico, aunque
la gente piense lo contrario.
-¿Qué relaciones hay entre alquimia y Masonería?
Me he informado de que en las paredes de los gabinetes de reflexión masónicos están
grabados símbolos alquimistas y la palabra clave VITRIOL, que está compuesta con
las iniciales de una divisa atribuida a los adeptos Rosacruces: Visita Interiora
Terrae rectificandoque Invenies Occultum Lapides (visita el interior de la Tierra
y rectificando hallarás la piedra escondida). ¿No cree que en nuestra época la alquimia
está sobrepasada?
-En la Edad Media el iniciado conocía todas las ramas
de la iniciación. Las vidrieras de las catedrales, sobre todo las célebres de Chartres,
fueron creadas por los alquimistas: nadie después de ellos ha logrado producir un "azul"
semejante. Actualmente conservamos todo un simbolismo alquímico en nuestras logias,
paralelo al que existe en las catedrales. Entre nosotros contamos con auténticos
alquimistas, como cabalísticos o especialistas en otras materias iniciáticas. En
cuanto a si está sobrepasada la alquimia, en lo que a mí respecta, creo que no.
No se trata de una técnica industrial, y la piedra escondida de la que habla la
divisa puede hallar eco en aquella frase de Jesucristo: "El reino de Dios está
dentro de vosotros."
-¿Poseen ustedes signos de reconocimiento?.
Se habla del apretón de manos, de los besos, de los dedos entrelazados ante la frente...
-No puedo hablarle de estos signos pero digamos que tienen una importancia
simbólica y que las hermandades de la Edad Media se reconocían sirviéndose de ellos.
-¿Qué significado tiene la acacia en sus ceremoniales?
-La
vida eterna.
-Cuando un hermano es excluido de la Masonería sigue siendo
masón, ¿no es así?
-Desde luego. Ha sido iniciado y por tanto sigue
siendo masón. El cristiano sigue siendo cristiano incluso si no practica. En ambos
casos, el hombre sigue haciendo frente a las responsabilidades que aceptó cuando
prestó juramento, con todas las consecuencias que esto puede entrañar.
-¿Qué lazos de parentesco se establecen entre Masonería y ciencias ocultas?
-No hay que confundir iniciación-Esoterismo-Amor al Conocimiento con el
ocultismo. Los masones poseen un ideal de fe, de conocimiento y amor y los ocultistas
corren detrás de una sombra de "poderes" casi siempre ilusorios.
MASONERÍA Y SOCIEDAD
-¿La Masonería no es una supervivencia
del pasado?
-En su forma actual ha conservado todo lo que representaba
el oficio de los constructores de catedrales, pero actualmente estamos escindidos
de los operativos y tenemos nuestra vida propia. En este sentido podemos decir que
es una supervivencia del pasado en su faceta simbólica, pero no hay que olvidar
que actualmente la Masonería se muestra como una orden de iniciación.
-¿En qué medida la Masonería que participa a la vez del aristocraticismo y la
igualdad responde a las necesidades de la sociedad actual?
-La noción
de igualdad me resulta, de entrada, falsa. Los masones piensan que todos los hombres
son iguales ante Dios, pero es evidente que no todos gozan de los mismos dones...
Me enfrento totalmente contra la noción de aristocracia o nobleza, vertiente degenerada
de la antigua caballería. En la Edad Media, cualquiera, incluso un campesino, podía
llegar a ser caballero si estaba dotado de las condiciones requeridas, hoy cualquiera
puede llegar a ser masón. El sistema perece desde que se convierte en hereditario.
La prueba la tiene usted en los reyes de Francia que en sus principios eran consagrados
en Reims tras haber sido aclamados por los caballeros...
Puedo añadir que
en una sociedad tradicional el mejor de los hombres, fuera cual fuese su procedencia,
se convertía en caballero, el mejor de los caballeros en rey, y el mejor de los
reyes en Emperador. Así sucedió con los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.
Naturalmente esto armonizaba las diferentes capas de la sociedad sin enfrentarlas
como sucede en la actualidad.
-¿El auténtico masón no ha sido absorbido
por el hombre de club?
- Posiblemente, en algunos casos, aunque para
la mayoría lo esencial es que esos hombres estén dotados de conocimientos profundos
que pueden transmitir a las nuevas generaciones.
-Claramente, ¿qué es
la Masonería: una hermandad espiritualista y filantrópica, una sociedad de pensamiento
y estudio, una secta, un partido o una iglesia?
- Ante todo una orden
iniciática que intenta la perfección del hombre y la de la humanidad; pero su pregunta
es esencial porque nosotros sufrimos constantemente los contragolpes de la época
actual. En el siglo XVIII también se tenía una idea bastante peregrina de nuestra
Orden. La corte real de aquella época ha desaparecido y nuestra Orden permanece
en pie... En todas las etapas históricas hemos tenido problemas, y, naturalmente,
nuestros hombres de club, pero el cimiento sigue en su sitio.
No somos una
sociedad de pensamiento ni una secta, puesto que somos cristianos. Por este último
hecho tampoco somos una iglesia, puesto que ya existe la nuestra.
-¿Cuentan
ustedes con la juventud?. ¿Qué pueden ofrecer a la juventud actual?.
-Contrariamente a lo que pueda pensarse militan en nuestras filas muchos jóvenes...,
que se sienten solitarios ante un mundo que les angustia y en el que la violencia
está de moda. Este mundo no les ofrece respuestas a sus preguntas; nosotros les
ofrecemos equilibrio y una razón de vida.
-¿Ustedes consideran que el
materialismo ateo es una de las plagas que asolan a nuestra época?
-En
efecto, y Occidente corre el peligro de morir sumergido en una montaña de conocimientos
y tesoros que ha acumulado a través de los siglos. Los tiempos actuales no están
para luchas intestinas sino para movilizar todas las fuerzas espirituales para transmitir
un poco de luz y esperanza a las futuras generaciones.
Búsqueda en el
|
Copyright © 2018 - Todos los derechos reservados - Emilio Ruiz Figuerola