PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO
"Purificaos, pedid, recibid y obrad.
Toda la Obra se halla en estos cuatro tiempos"
Cuando los hombres se reunieron en la llanura de Sennaar, bajo
el reinado de Nemrod, hubo un arquitecto llamado Phaleg. Era hijo de Heber (Patriarca
de la Ley antigua antepasado de Jacob, de quien los hebreos tomaron su nombre. N.
del T.), padre de los Hebreos. Y para garantizar a los hombres contra un nuevo diluvio,
trazó el plano de una torre. El primer asiento de la torre debía ser circular, teniendo
doce puertas y setenta y dos pilares. El segundo cuadrado, con nueve pisos; el tercero,
triangular, en espiral de cuarenta y dos vueltas.
El cuarto, en el que la elevación
de la torre sería cilíndrica, con setenta dos pisos. Se debería subir, de unos pisos
a otros, por siete escaleras. Las puertas de cada piso se debían abrir y cerrar
por mecanismos cuyo secreto sería guardado jerárquicamente. Todos los habitantes
de la torre debían ser iguales en derechos civiles, y los de los altos no podían
vivir sin los auxilios de los de abajo, como éstos tampoco se podían defender contra
las sorpresas sin la vigilancia de aquéllos.
Tal era el plan de Phaleg. Pero
los obreros fueron infieles al gran arquitecto. Los secretos de arriba fueron revelados
a los que trabajaban abajo; no cerraron las puertas, unas las tapiaron, otras las
forzaron, para ocupar su sitio en los edificios superiores. Después, todos quisieron
trabajar a su guisa, sin cuidarse de los planos de Phaleg. La confusión se enseñoreó
de su lenguaje como de sus trabajos, y la torre se hundió en parte y en parte quedo
sin terminar, porque los obreros no quisieron ayudarse unos a otros en su trabajo.
La confusión era su lenguaje, se produjo porque no había unidad de pensamiento.
Phaleg comprendió entonces que había esperado demasiado de los hombres, al creer
que se comprenderían. Pero los hombres le achacaron su falta, y le denunciaron a
Nemrod. Nemrod le condenó a muerte. Phaleg desapareció y no se supo lo que había
sido de él. Nemrod creyendo que le habían asesinado encargó que le hicieran un ídolo
al que dio el nombre de Phaleg, el cual ídolo haría oráculos en favor de la tiranía
de Nemrod.
Pero Phaleg había huido al desierto. Dio la vuelta al mundo para expiar
su error demasiado generoso. Y donde quiera que se detenía edificaba un tabernáculo
triangular. Uno de estos monumentos fue hallado en Prusia, en el año 553 entre los
escombros de una mina de sal.
A quince codos de profundidad, se encontró una
construcción de forma triangular, en la que había una columna de mármol blanco,
sobre cuya base estaba escrita toda la historia en hebreo.
Al lado de esta columna
se encontró una tumba de piedra de gres (Nombre genérico de toda roca de textura
granulosa. N. del T.), y entre el polvo, una piedra de ágata, en la que había el
siguiente epitafio:
Aquí reposan las cenizas del maestro G... H...
de la Torre de Babel...
Adonai le ha perdonado los pecados
de los hombres
porque los ha amado.
Ha muerto por ellos en la humillación,
y así ha expirado
el fasto de los ídolos de Nemrod.
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