PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO
"Purificaos, pedid, recibid y obrad.
Toda la Obra se halla en estos cuatro tiempos"
Sobre un tema que debería ser tratado en
todas las Ordenes
de Iniciación
Dionisio E. Jara R
La palabra "Egregor" es una voz verbal del griego clásico. Significa
vigilar, velar, estar despierto, no dormir. Por extensión, la raíz sustantiva ha
significado vigilia, vela, privación de sueño. Por tanto, el concepto masónico de
Egregor es "Vigilante" de la Logia.
Rizardo da Camino, en su Diccionario Masónico,
nos dice que Egregor es un "Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades,
después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para
el acto de crear".
Son muy pocos los escritores que nos entregan una definición
sobre el significado de nuestro tema; Mouni Sadhu es uno de ellos y en su obra "El
Tarot", nos dice que el Egregor es una entidad colectiva, tal como una nación, estado,
sociedad, religiones, sectas y sus adherentes, e incluso organizaciones humanas
menores. La estructura de los Egrégores es similar a la de los seres humanos. Tienen
cuerpos físicos, astrales y mentales por lo que se constituyen en la suma total
de todos estos elementos.
Los Egrégores tienen formas peculiares en los mundos
superfísicos, similares a sus representaciones simbolizadas, como el león de Gran
Bretaña, el gallo de Francia, el águila de Alemania, etc. Estas formas - como lo
declaró Paul Sédir, que las observó antes de la primera Guerra Mundial - pueden
ser vistas por una persona clarividente, o por otras con la directa asistencia de
un Maestro espiritual, como lo fue el caso de Sédir. En sus "Initiations" nos cuenta
cómo, poco antes de 1914, el misterioso Monsieur Andreas le mostró el futuro de
Europa para algunos años adelante. Habla de la tragedia de su amada Francia, que
luego se desangró en la primera Guerra Mundial. En la siguiente visión, que también
fue provocada por el mismo Andreas, también se le mostró a Sédir el pasado lejano,
volviendo al tiempo de Santa Juana de Arco e incluso habló con ella y tomó parte
de la ceremonia mística que siguió en las mazmorras y celdas del viejo castillo,
donde la Santa fue reducida a prisión antes de su ejecución en la hoguera. Existe
un momento en la historia, cuando Sédir - como puede verse por su narración - pudo
apreciar asimismo el futuro distante, probablemente la Segunda Guerra Mundial, tan
desastrosa para Francia. Pero se le prohibió revelar algo sobre eso, aunque su profunda
preocupación queda en evidencia a través de sus tristes palabras al final del capítulo.
En todas estas visiones, el Egregor de Francia tenía la forma de un gallo, mientras
que los otros estaban representados por diferentes pájaros y animales, como los
comentados anteriormente.
Una obligada referencia debemos hacer del Maestro contemporáneo
de la antigua Filiación Rusa del Martinismo, Gregory Ottonovich de Mebes, más conocido
por sus iniciales "G. O. M.", quien en su obra escrita en idioma ruso "Curso Enciclopédico
de Ocultismo" escrita en la ciudad de Saint-Petersburgo entre el año 1911 y 1912
y traducida al español por el antiguo miembro de la Orden Martinista de Chile, Sergei
Veshñacov, nos hace referencia en el capítulo dedicado a la explicación del XI Arcano,
el desarrollo de diversas instancias iniciáticas, religiosas y filosóficas desde
el punto de vista de la construcción egregórica. Su análisis tiene una visión desde
la dinámica del Tetragrámaton (el Nombre Sagrado de Dios) y como ella se proyecta
en sus diversas etapas hasta encontrar una solución y explicación lógica a la historia
y objetivos secretos de las sociedades de iniciación. Sin embargo, no podemos entrar
en el estudio de dicho texto ya que requiere de un tratamiento especial y de un
auditórium preparado para comprender tales conocimientos. Solamente lo citamos para
que los Hermanos estudiosos e investigadores busquen en sus profundos conocimientos,
estadios superiores de aprendizaje.
Para que una Tenida Masónica, o de cualquier Orden Iniciática
que sea, dé el efecto deseado, cuyo objetivo es posible percibir por el sentido
impreso en el ejercicio del Ritual con el que esta opera, es que el lugar donde
se reúne, debe estar exclusivamente dedicado para el oficio iniciático en el cual
se trabaja. Egregóricamente hablando, no es conveniente dedicar un lugar usado comúnmente
para actividades profanas, para convertirlo en forma ocasional en un lugar para
la actividad iniciática.
Por el contrario, tampoco es conveniente, desde este
mismo punto de vista, que un Templo dedicado al uso de un Ritual preciso, se convierta
por cualquier razón, en un lugar para actividades profanas.
Una Tenida masónica
debe llevarse a cabo, tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones
personales que surgen en el debate o análisis de alguna enseñanza, en la más justa
y completa armonía. Si uno o más miembros de la Logia, estuvieren pensando, por
ejemplo en forma vanidosa, sobre lo ostentoso de los paramentos que lucen para la
ocasión, o el deseo de manifestarse en el afán de brillar y tomar parte prominente
en los procedimientos del Ritual; si existieran sentimientos personales tales como
haber ingresado al Templo en un ánimo de sentirse ofendido, de revancha, o estar
afectado por los celos y la envidia, lo más probable es que todo el ejercicio y
esfuerzo por conseguir el objetivo oculto del sentido del Ritual sería algo absolutamente
inútil.
Si por el contrario, al ingresar en el Templo, los miembros que participan
de él hacen el ejercicio de dejar todo pensamiento, sentimiento y acción profana
fuera, entonces puede resultar de un efecto muy considerable y beneficioso. Entendemos
que en la mayoría de los casos es así, como también que de tales efectos no se tiene
conciencia, por lo desconocido que resulta del análisis de dicho tema.
La técnica
recomendable para el estudio de un tema en una Tenida en particular, es que todos
los miembros que asisten a ella se encuentren al tanto sobre cuál materia se estudiará.
Esto permite que todos se hayan preparado convenientemente y con antelación al día
de la asamblea. No es de responsabilidad el que algún Hermano llegue a las reuniones
de su Logia sin siquiera estar enterado sobre el motivo y temática que se trabajará
en ella, sino por el contrario, todo Hermano debe tener una inteligente comprensión
del tema que se va a tratar. Su asistencia entonces constituirá un factor de aporte
al trabajo general que emprenda la Logia.
Los Aprendices, Compañeros y Maestros,
tienen que hacer su trabajo, y más allá de ser simples espectadores, deben estar
en condiciones de hacer aportes ciertos sobre los temas en estudio; si no se está
en condiciones de hacer un aporte objetivo, al menos cada uno de ellos debe dar
su opinión; esto igual sirve, pues también se acumula al resultado sumatorio que
en adelante se observa en la construcción del Egregor que se quiere tener.
Este
no es un tema fácil de entender, por el contrario, requiere de cierta reflexión
y meditación, pues es necesario fijarse sobre el efecto exacto de un pensamiento
bien definido y sostenido en el tiempo.
Todo pensamiento suficientemente definido
para ser digno de este nombre, produce dos resultados diferentes. Primeramente,
debe establecer una vibración lo suficientemente definida y fuerte como para invadir
todo el plano de la comprensión mental que involucra a nuestros hermanos que se
encuentran a nuestro alrededor, donde al igual que la voluntad al ordenar a un dedo
de nuestra mano que ejerza presión sobre una tecla definida de un piano, resulte
de un sonido audible y musical; nuestro pensamiento suficientemente definido entrará
en la comprensión de todos quienes asisten al trabajo de la Logia. En segundo lugar,
cada pensamiento reúne a su alrededor la materia viviente del plano mental y construye
lo que se denomina forma de pensamiento. Allí está el átomo simiente por el cual
se construye el Egregor de nuestra Logia.
Si nuestros pensamientos y aportes
al estudio de la Logia están radicados en exclusiva a un simple ejercicio mental,
donde nuestro aporte resulte de algo comúnmente repetitivo y ya sin sentido, como
quien suma dos más dos, tal esfuerzo no pasa más allá de ser simplemente eso.
Si nuestra intervención ya no es una simple exposición de palabras sin gracia
y sentido, sino que nuestro pensamiento expresado por el verbo lleva como sello
el sentido altruista, de la aspiración elevada y de la emoción superior por los
Ideales que profesamos, entonces esa simple idea como pensamiento, se desarrolla
en la comprensión de los hermanos centuplicando así su fuerza y acción.
Pero,
un sentimiento y un pensamiento altruista pueden morir si a su derredor moran sentimientos
y vibraciones inferiores tales como el egoísmo, el fanatismo o la intolerancia.
Cuando un Iniciado piensa y hace aportes muy bien definidos desde el punto de
vista de la Doctrina a sus hermanos y Logia en general, está enviando a su derredor
una vibración muy potente, porque prácticamente no sufre oposición, al igual que
un sonido en un gran silencio. Es como una luz brillante en una noche oscura. Es
la visión que mediante la potencia de su vibración, remece las mentes de sus iguales
para despertarlos de su sueño mental. Es el momento en que se esclarecen las mentes
de todos y comprenden las múltiples posibilidades de un pensamiento bien dirigido,
esclarecido y con emoción. Esto no quiere decir que se comprende por completo las
doctrinas que nos sustentan, sino que los hermanos que lo han escuchado tienden
a liberalizar ciertas posiciones del plano mental, que los dejan en condiciones
beneficiosas e incalculables de recepción y creatividad.
Ahora bien, si el pensamiento
de un solo hermano produce tales resultados, fácil será comprender que el pensamiento
de veinte, treinta o más hermanos dirigidos al mismo fin producirá un efecto enormemente
mayor. La fuerza del pensamiento unido de un gran número de hermanos es, con mucho,
mayor que la suma de sus pensamientos aislados.
Un Masón u Hermano de cualquier
Orden Iniciática consecuente en pensamiento y emoción con sus ideales, se constituye
en un centro del cual fluyen hacia el mundo profano, las ideas y pensamientos liberalizadores
hacia mentes que en absoluto han sido despertadas a ideas superiores, produciendo
un verdadero aceleramiento al momento de su despertar.
Quizás muchos piensen
que aquí se cierra la enseñanza, pero en verdad recién está a punto de comenzar.
La construcción del Egregor de una Logia está directamente relacionada
con varios aspectos que es importante anotar. De hecho, cuando se funda una Logia,
esta viene a la existencia bajo ciertas condiciones, que pueden ser de tipos astronómicas,
astrológicas, numerológicas, cabalísticas, etc., y que afectan toda su vida. Algunas
nacen sanas y robustas, otras débiles y enfermizas, permaneciendo así durante el
transcurso de muchos años.
Quienes hemos tenido alguna experiencia en visitar
algunas Logias de diferentes Ritos, por ejemplo, nos podemos dar cuenta que todas
tienen sus características peculiares que perduran a pesar de los individuos que
entran y salen y de los que las componen en forma regular. De hecho, están animadas
desde su fundación por propósitos muy particulares. Algunas Logias llevan el nombre
de alguna virtud, como por ejemplo "Esperanza", "Unión Fraternal", "La Concordia",
etc.; otras llevan el nombre de personajes famosos, como: "San Martín", "Mozart"
etc., y otras llevan nombres de santos patronos como, "San Juan Evangelista", "San
Andrés de Escocia", etc., todas ellas animadas por una idea sostenida en una inspiración
que busca una meta en particular. Estos nombres están sostenidos por pensamientos,
los cuales se revisten con materia de planos superfísicos y que permanecen como
una entidad independiente, durante un tiempo más o menos largo con mayor o menor
actividad, según sea el impulso original que se le ha dado y según es reforzado
por nuevas corrientes de pensamiento.
Un hecho que es importante considerar,
y que reafirma lo que dijéramos en un principio, el Templo de la Logia debe ser
considerado como el lugar donde habita el Egregor formado por el pensamiento colectivo
de todos los Hermanos que asisten a las Tenidas.
El Templo es el lugar exclusivo
para los trabajos de todos los masones y no otro lugar. La construcción y permanencia
del Egregor no puede ser perturbado por pensamientos desarmónicos, cosa que ocurre
cuando dicho lugar es utilizado para fines que no son iniciáticos.
Si un Templo
es utilizado en otros días de la semana para actividades de tipo profano, el
Egregor
se siente desarmónicamente afectado con las formas de pensamiento creadas allí por
las habladurías, comentarios, chismes, discusiones, risotadas, diversiones, diversos
aromas y olores que emanan del consumo de cigarrillos, bebidas alcohólicas, etc.,
todos ellos como efectos de una convivencia social profana. El Egregor ciertamente
que es afectado por todos estos elementos, y nuestro deber es defenderlo de todo
este perjuicio evitando que nuestros Templos se conviertan en centros de actividad
profana.
Nuestro interés por el embellecimiento del Templo debe ser permanente
ya que el Egregor que construimos se ve agradablemente afectado por los pensamientos
de todos los que ingresen en él. Por el contrario, lo perjudicamos, si al ingresar
al Templo este se encuentra sucio, con adornos de mal gusto, los Hermanos mal decorados,
los candelabros deslucidos y no lustrosos, las paredes mal pintadas, mal iluminado.
El Templo puede ser sencillo pero debe estar escrupulosamente limpio, decorado de
un buen gusto para estimular el respeto, el recogimiento y el estímulo para la emoción
artística, porque el Egregor debe ser perfecto en todos los sentidos, y el arte
y la belleza son fundamentales para la evolución tanto del Egregor de la Logia como
de los Hermanos que la componen.
El Egregor es formado con nuestros pensamientos,
sentimientos y emociones y de acuerdo a ellos, este reacciona sobre nosotros ayudándonos
tan pronto como nos pongamos bajo el amparo de su influencia.
En el Templo no
debería haber ninguna murmuración, ni menos ningún pensamiento o gesto poco fraternal,
pues un mal pensamiento y un acto antifraternal por parte de un iniciado es multiplicado
por esta condición que al ser hechos por un profano. No da lo mismo un comentario
mal intencionado de parte de un profano, que una crítica incorrecta, maligna e injusta
hecha por un iniciado. Por eso, todos los hermanos deben procurar que los trabajos
siempre estén poblados de los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas
y afectuosas. Siempre hay que dar paso a opiniones útiles, verdaderas y agradables.
Todos los miembros de una Logia son importantes. Son necesarios los Hermanos
con capacidades intelectuales, para construir su cabeza; son necesarios los Hermanos
de vivos sentimientos para construir su corazón, son necesarios los Hermanos cooperadores
y siempre dispuestos a servir a sus demás Hermanos, para construir sus miembros.
Si se da el caso que un grupo de ellos es muy excesivo, entonces la construcción
del cuerpo y el alma del Egregor también será desproporcionada.
Las Tenidas
deberían ser constantes y regulares y tan frecuentes como fuere posible, no precisamente
muy concurridas, pero sí los que asistieren debieran ser sinceros y entusiastas
con los trabajos de la Logia. Esta actitud es fundamental para su construcción ya
que necesita además ser cargada continuamente con nuevo poder.
El Gran Arquitecto
del Universo es el Logos constructor, y al igual que el que crea los mundos de acuerdo
a sus designios, los miembros de una Logia (que es un microcosmos) también crean
al Egregor según los patrones de pensamientos que emiten en su conjunto. Es una
gran responsabilidad, pero al mismo tiempo un gran privilegio el tomar parte de
tan magnífica forma de pensamiento, cargada de benéficas influencias que ayudará
a todos los que se pongan en contacto con él.
Por cierto que el Egregor tiene
una individualidad, y es por el resultado de quienes tengan un poder de pensamiento
más poderoso, fuerte y definido, elementos que son más activos al momento de definir
su edificación. Sin embargo hay que tener cuidado, porque si todos los elementos
que colaboran a la construcción del cuerpo del Egregor no son lo suficientemente
equilibrados, entonces es posible que nos encontremos con Egrégores de clases muy
variadas. Unos pueden ser fríamente intelectuales, otros activos y batalladores,
otros adormecidos y tristes, otros muy cautelosos y desconfiados.
Si visitáramos
varias Logias y poseyéramos la capacidad sensitiva de captar la influencia de un
Egregor, podríamos entonces definir aún sin conocer a los miembros que componen
tal o cual Logia, qué clase de Hermanos son los que tenemos en frente. El
Egregor
influencia permanentemente a los miembros de una Logia, aún a aquellos que ignoran
que sus nobles pensamientos son el resultado de muchos que acuden a sus mentes en
el curso de su asistencia a las Tenidas de la Logia.
Finalmente y para terminar
esta pequeña exposición, agregaremos que es posible construir más de un Egregor
para una sola Logia, y señalarles a cada uno de ellos ciertas misiones que tienen
que cumplir por el bien de la Orden y de la Logia en particular; dotarlos a cada
uno de ellos con la armadura que estimemos conveniente y con los atributos tanto
en defensa como de ataque que creamos necesarios. Solo nos reservamos la técnica
con la cual es posible fabricar y dar forma a estos auxiliares invisibles ya que
allí radica el secreto real de lo operativo por sobre lo especulativo y que debe
ser necesariamente enseñado por quienes corresponde.
Por último, agregaremos
que es perfectamente posible considerar que los iniciados con capacidades innatas
para el trabajo teúrgico, pueden construir de igual forma a como lo hacen para una
determinada Logia, el Egregor o egrégores para la protección de su propio hogar
y entorno familiar, pero en ello, radica ni más ni menos, que los fundamentos de
una enseñanza particular.
De esta manera y considerando todos los aspectos que
antes hemos señalado, y si las formas de pensamiento tanto colectiva como individuales
son armoniosamente construidas, pueden ser vivificadas por los Maestros Pasados,
quienes son los verdaderos Guardianes de nuestra tradición, y transformarse por
este medio en el canal por el cual se viertan los dones del Espíritu en casi forma
tangible. Entonces la divinidad, invocada a través del Gran Arquitecto del Universo,
puede enfocar su gracia en la forma de pensamiento que nosotros hemos creado.
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR,
NUESTRO PLANETA TIERRA.
CONCIENCIA Y UNIVERSO
QUE ESTA EN CADA UNO DE NOSOTROS…
CONÓCETE A TI MISMO…
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