PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO
"Purificaos, pedid, recibid y obrad.
Toda la Obra se halla en estos cuatro tiempos"
32. En todas las escuelas herméticas hay una ceremonia con la
cual se recibe al candidato, conocida como Ceremonia de Iniciación. Esta ceremonia,
pese a no ser comprendida por la mayoría de los candidatos, es un acto sobremanera
significativo, cuya verdadera importancia está oculta tras la verdadera apariencia
del velo exterior.
33. La palabra Iniciación, que viene del latín initiare, de
initium, inicio o comienzo, se deriva de dos: in, hacia adentro, e iré, ir, o sea
ir hacia adentro o penetrar en el interior.
34. Pero ¿quién entra y cómo se puede
entrar en el mundo interno?. De la etimología de la palabra se desprende que el
significado de la Iniciación es el ingreso en el mundo interno para comenzar una
nueva vida. La Iniciación Masónica es una perla inestimable en la corona de la simbología.
En la Logia hay un cuarto de reflexión, símbolo del interior del hombre. Todo ser
humano, al cerrar sus sentidos al mundo externo, se encuentra en su ámbito de reflexión,
aislado en la oscuridad que representa las sombras de la materia física que rodean
al alma hasta la completa maduración. Ese interior oscuro es el estado de conciencia
del profano que vive siempre fuera del Templo y en medio de las sombras. Desde el
momento en que el practicante comienza a dirigir la luz del pensamiento concentrado
hacia su mundo interior, la Iluminación comienza a invadir su Templo, poco a poco,
y el dominio de su mente equivale al aceite que alimenta a la lámpara encendida.
35. Entonces, el Iniciado es el ser que dirige su pensamiento al mundo interno o
mundo del espíritu, pensamiento que lo conduce al conocimiento de sí mismo y del
Universo, del cuerpo y de los Dioses que en él habitan. El Espíritu único y Universal
se diversifica en todos los seres que se hallan en el Cosmos. Estos dioses del Universo
tienen sus representantes en el cuerpo humano y esos representantes se llaman átomos.
Por eso dice Hermes, y con razón: “Lo que está arriba es como lo que está abajo”.
Y por eso dice Jesús: “El Reino de Dios está en vosotros”. La Puerta de la Iniciación.
36. La Puerta de la Iniciación verdadera, que conduce al Reino de Dios, en el mundo
interno, es el CORAZÓN. La Iglesia Católica ha dedicado gran parte de su culto al
Corazón de Jesús y al Corazón de María, objetivando, tal vez, esa práctica para
que el hombre, con el tiempo, tenga la felicidad de subjetivarla.
37. Hay una
ley, corroborada científicamente, que muchos ignoran y es la siguiente: Cuando uno
dirige su pensamiento hacia un punto al interior de su cuerpo, hacia allá afluye
la mayor cantidad de sangre.
38. Desde que el hombre, hijo pródigo del Padre
Celestial, deambula por el desierto de la materia, alimentándose de los placeres
que debilitan el alma y el cuerpo, ha habido, dentro de su corazón, una voz silenciosa
que lo ha llamado con insistencia para que volviera a su lar; sin embargo, el hombre,
embebido en sus placeres materiales, no la escucha. El aspirante la oye y responde
a su llamada cuando vuelve a su corazón. En su búsqueda interna encuentra a ocho
guías, en diferentes etapas del camino, cuya misión es conducir al Iniciado, si
los sigue hasta el fin, ante el Padre, a la Unión con el Infinito.
39. El Hombre,
en esta naturaleza migratoria, asciende en su centro-corazón a la estrella de Belén
del Cristo nacido: entonces los tres Reyes Magos (cuerpo vital, cuerpo de deseos
y cuerpo mental) deben seguir la estrella de Cristo en dirección del corazón hasta
llegar al Padre.
40. El Tabernáculo en el desierto es el cuerpo humano en el
mundo, es el hombre peregrino hasta la Eternidad. Este Microcosmos se mueve cíclicamente
en un círculo alrededor del Dios Íntimo que reside en su interior y que es origen
y meta de todo. En el interior del Tabernáculo-cuerpo está diseñada la representación
de cosas celestiales y espirituales. Es preciso venerar todas las partes del cuerpo
humano.
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