Canciones de Hugo del Carril

Nombre real: Piero Bruno Hugo
Fontana.
Cantor, actor y director de cine.
(30 de noviembre de
1912 – 13 de agosto de 1989).

- A Media Luz
- Adios Pampa Mia
- Al Compás del Corazón
- Al Mundo le falta un Tornillo
- Ansiedad
- Buenos Aires
- Calesita
- Caminito
- Chorra
- Corrientes y Esmeralda
- Cosas de Negros
- Cuando Tu no Estas
- Desde el Alma
- Duelo Criollo
- El Día que me Quieras
- El Porteñito
- El Último Café
- Esta Noche me Emborracho
- Indiferencia
- La Casita de mis Viejos
- La copa del olvido
- La Mariposa
- Los Muchachos Peronistas
- Madame Ivonne
- Mano a Mano
- Me Beso y se fue
- Milonga Sentimental
- Nostalgias
- Percal
- Pobre mi Madre Querida
- Por qué la quise tanto
- Por tus ojos negros
- Que falta me haces
- Silbando
- Silencio
- Sur
- Yira Yira
- Yo Soy aquel Muchacho

Nació en el porteñísimo
barrio de Flores, en la Capital Federal, y ya muy jovencito
comenzó en la radiofonía argentina, como locutor primero,
alternando esta actividad con la de cantor, vocación que traía
ya en el alma y que se nutriría, acrecentaría y afirmaría en la
admiración por Carlos Gardel, y de la que terminó finalmente
haciendo profesión.
Sus convicciones políticas, que lo
acercaron decididamente al peronismo, le provocaron un
enfrentamiento con muchos sectores artísticos adversos a Perón,
que por ese motivo le restaron importancia a su obra y lo
aislaron en el afecto y en la amistad, máxime cuando grabó la
popular marcha "Los muchachos peronistas", registro
que con el tiempo quedaría como símbolo de ese movimiento
político.
Hugo del Carril fue además un hombre de una
corrección ejemplar. Mientras dispuso de medios acudió en ayuda
de cuanto colega lo necesito. Y su palabra, su amistad y su
consejo estuvieron siempre al lado de los jóvenes, a quienes
asistió con su experiencia y su solidaridad. Siempre puso el
gesto amistoso y cordial por sobre las diferencias que en algún
momento lo hirieron.
Esa hidalguía, unida a su simpatía y
a su apostura (una especial mezcla de porteñidad y criollismo),
más sus condiciones artísticas, contribuyeron para ratificar el
adjetivo de ídolo popular que hemos elegido para esta nota como
un merecido homenaje a su digna trayectoria.
