Misa de Once
Carlos Gardel
Música de Juan José Guichandut
Letra de Armando Tagini
Entonces tu tenías diez y ocho primaveras,
yo veinte y el tesoro preciado de cantar...
En un colegio
adusto vivías prisionera
y sólo los domingos salías a pasear.
Del brazo de la abuela llegabas a la misa,
airosa y
deslumbrante de gracia juvenil
y yo te saludaba con mi mejor
sonrisa,
que tu correspondías, con además gentil.
Voces de bronce
llamando a misa de once...
¡Cuantas
promesas galanas
cantaron graves campanas
en las floridas
mañanas
de mi dorada ilusión!
Y eché a rodar por el
mundo
mi afán de glorias y besos
y sólo traigo, al
regreso,
cansancio en el corazón.
No se si era pecado
Decirte mis ternuras
Allí frente a la virgen
Divina de
Jesús
Lo cierto es que en el mundo
Sendero de venturas
Y por aquel sendero
Tu amor era la luz
Hoy te dirá
otro labio
La cálida y pausada
Palabra emocionada
Que
pide y jura amor
En tanto que mi alma
Enferma,
desahuciada
Solloza en la ventana
Del sueño evocador
Misa de once
Yo ya no soy el de entonces
Cuantas
promesas galanas
Cantaron graves campanas
En las floridas
mañanas
De mí dorada ilusión
Y eche a rodar por el
mundo
Mi afán de glorias y besos
Y solo traigo al regreso
Cansancio en el corazón.
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