CERTAMEN CULTURAL 2019
“CUENTO” VIII CATEGORÍA
Nuestro hermano
PATRICIO ARANDA, integrante de la XLI promoción del Colegio
Militar Leoncio Prado, con su cuento
“EVACUACIÓN AEROMÉDICA” logro el Primer Puesto en la VIII
categoría, logrando un puntaje de 9.50 sobre 10.00. Felicitaciones
y un agradecimiento por participar en las actividades de nuestra
institución.
EVACUACIÓN AEROMÉDICA
Mis padres
dicen que llegué al mundo porque el Espíritu Santo les dio un
empujón a unos cuantos empleados públicos, para que pongan todo su
esfuerzo y hagan más de lo que podían, y así yo pueda estar ahora
viva en esta incubadora del servicio de neonatología del Hospital
María Auxiliadora. La posta de mi pueblo era tan distinta a estos
pasillos amarillos, nuestro clima seco se oponía al bullicio
grasiento y caluroso de esta ciudad capital. Así, olvidé pronto
que mi hermana gemela no tuvo la misma suerte, ella murió a los
días de nacidas, quizá Dios recién ahí se dio cuenta que podía
salvarme haciendo el milagro de interceder para mi existencia.
¡Se muere mi bebe!, ¡no!, ¡debemos evacuar a Lima! pensaba la
licenciada Filomena, jefa del servicio de referencia del
Subregional de Andahuaylas del Ministerio de Salud, que tomó la
decisión en medio del paro regional agrario convocado por los
productores de papa, que tenía inmovilizada a la ciudad.
La
única solución era obtener un avión, recordó entonces que su
vecina trabajaba como secretaria de un congresista y desde allí
llamaron al Ministerio de Defensa para solicitar el medio de
transporte aéreo. La coincidencia que por primera vez un Teniente
General de la Fuerza Aérea fuera el ministro hizo que el pedido de
la coordinación parlamentaria sea autorizado y se ordenó al piloto
del nuevo C-27J Spartan que se desvíe desde Jauja y efectúe la
evacuación aeromédica.
Hasta ese momento, con la tranquilidad
del rescate autorizado, todo parecía que sería un día rutinario,
no como aquellos de hacía un año atrás, cuando el Niño Costero
hizo que hasta aeronaves y personal de países extranjeros se
sumaran al apoyo que se prestaba a las más de cincuenta
emergencias diarias que debían atender las Fuerzas Armadas; sin
embargo, al comunicarnos con el aeropuerto de Andahuaylas
informaron que este estaba cerrado por el paro, y que la pista de
aterrizaje estaba bloqueada con piedras, al igual que todas las
rutas de acceso.
El coronel Anicama, asesor policial del
Ministro del Interior entendió la situación y se comunicó con el
comisario de Huancabamba, Apurímac, sede del aeropuerto y
comunidad reconocida como productora agropecuaria de papa.
Provistos de escudos, un contingente de treinta policías empezó a
retirar las numerosas piedras que habían colocado en la pista,
aprovechando que los manifestantes decidieron ir a almorzar al
mediodía. Todo listo, pista despejada, el problema es que no hay
gente en la torre de control……
La comunicación con la empresa
operadora de aeropuertos Corpac fue inútil ya que, indicaron que,
como ellos dependían del Ministerio de Transportes, necesitaban
autorización. ¡Por favor consígame el celular de la Jefa de
Gabinete del MTC!, y se puso al habla con su par en Defensa para
explicar la emergencia y la necesidad de abrir el aeropuerto, ella
toma nota y burocráticamente indicó que vería que puede hacer. El
verdadero problema es que el clima puede cambiar en cualquier
momento en época de lluvias o cerrarse por la tarde y perder ese
cielo azul con sol que bañaba un valle interandino en la
tranquilidad de una ciudad que no trabajaba aquel día de febrero y
que permitía un vuelo claro y preciso.
Filomena estaba en el
aeropuerto de Andahuaylas esperando con la ambulancia y Rosa
Quispe, la madre de Yasmine de nueve días de nacida. La noticia de
la alta funcionaria del MTC es que Corpac no puede abrir el
aeropuerto hoy y que se espere al día siguiente. Filomena se
desespera - ¡No! ¡Se muere mi bebe!, Necesita un respirador
artificial…por favor haga lo posible, aquí tengo el teléfono del
controlador aéreo, aquí todos nos conocemos ¡Llámelo usted se lo
suplico! -.
El Coronel Sánchez de la Fuerza Aérea, indicó que
la única manera de despegar de Jauja era después de que la torre
de control le confirmara las condiciones meteorológicas. Jimmy, el
controlador aéreo estaba esa mañana en su casa descansando porque
sabía que el paro era total. Al recibir la llamada del Ministerio
de Defensa, se activó rápidamente, pero indicó que no había
transporte público y que su seguridad corría peligro, dados los
ánimos de los revoltosos que impedían que cualquier negocio abra
sus puertas, que cualquier transporte público se desplace, y que
cualquier trabajador intente romper el paro, peor aún si es
estatal.
Nuevamente el Coronel Anicama, del Ministerio del
Interior, hace una llamada y en la Comisaría de Andahuaylas
destacaron una camioneta rural con seis efectivos policiales que
recogió de sus viviendas a cada uno de los tres trabajadores de
Corpac. Jimmy llego con sus compañeros a la torre de control y es
ahí donde se pudo finalmente establecer esa única comunicación
autorizada en todos los manuales de procedimientos de
aeronavegación del mundo, que es entre el piloto y el controlador
aéreo, porque recordamos la vieja frase avionera que reza: “Hay
solo dos clases de pilotos, los que siguen el procedimiento y los
pilotos muertos”.
Se dice que fueron los comuneros los que
dieron el permiso para que el fierro acerado pueda acercarse a
Huancabamba, lo real es que se trataba de una verdadera vocación
de servicio, no solo de los servidores estatales, sino de todos
los que comprendieron que la prioridad era la vida humana.
El
piloto Sánchez estuvo de acuerdo en aterrizar en Lima en la Base
Aérea Las Palmas por estar más cercana a Villa María del Triunfo,
cuyo director había seguido un curso básico de Defensa Nacional
con el coordinador parlamentario y estuvo muy atento a recibir a
la pequeña paciente. Entre tanto en Lima, la secretaria del
congresista María Benavides, había coordinado con el número de
emergencias 106 y una ambulancia del Sistema de Atención Móvil de
Urgencia (SAMU) que debía ingresar a la pista de aterrizaje de la
base aérea. Se dieron los datos de la ambulancia y se coordinó con
la prevención de seguridad de Las Palmas, sin embargo, al
verificar con el celular del personal de salud de la misma
ambulancia, este no solo desconocía la evacuación, sino que no
podrían acudir dado que estaban atendiendo otra emergencia.
Nuevamente se volvió a llamar al número de emergencias y hacer la
coordinación para que otra unidad llegue a tiempo.
Una vez en
Lima, el congresista esperaba con prensa, y recibió no solo a los
familiares, quienes le agradecieron infinitamente, sino que prestó
declaraciones como autor de la gestión y agradeció repetidas veces
con los brazos en alto y una breve mención a los ministerios
involucrados. La nota de prensa fue un triunfo político. El
gobierno cayó días después, el ministro de la Fuerza Aérea dejó el
cargo, los altos funcionarios fueron cambiados, la acción de los
empleados públicos pasó desapercibida, el congresista siguió
oponiéndose al gobierno, sin embargo, una vida había sido
obtenida.
Creo que he venido al mundo para servir, mi madre
nunca subió a un avión, mis tíos, primos y hermanos me quieren
ahora como si fuera un amuleto, las señoras quieren amamantarme,
acariciarme. Creen que todo el gobierno me ha rescatado, pero
¿quiénes son aquellos?, sino son solo personas que cumplieron con
su deber. Yasmine ya está bien, ya puede regresar a iniciar su
infancia en las alturas de Andahuaylas.