Portal Aeronáutico
del Guajiro
      Nunca Arriba, Nunca Abajo, Siempre Iguales
Historia de la Aviación
		   

Los primeros intentos
El hombre siempre 
ha tenido el anhelo de volar, desde que ha levantado la mirada al cielo y observado 
el vuelo de las aves... Este anhelo se ve manifestado en los cuentos mitológicos 
de la antigüedad, como el mito de Ícaro y Dédalo. Según cuenta el mito, Dédalo fue 
un ingeniero griego, famoso por la creación del laberinto donde el rey Minos encerró 
al Minotauro. Luego de construido, Minos encerró a Dédalo y a su hijo Ícaro en una 
torre muy alta en una isla, para impedir q el conocimiento del laberinto se propagara. 
Como la torre estaba muy bien resguardada tanto por mar y tierra, Dédalo construyó 
unas alas de plumas y cera, para escapar por los aires. Su hijo, según cuenta la 
leyenda, trató de alcanzar el sol y se elevó, pero el fuerte calor derritió las 
alas, con lo cual Ícaro se precipitó al mar y a su muerte.
Sin embargo, más 
allá de las leyendas y mitos, la historia de la aviación se remonta a la edad media. 
Uno de los primeros pioneros conocidos fue el español Abás Ibn Firnas. Él construyó 
y voló un planeador de madera y plumas cerca de la ciudad de Córdoba, ante un gran 
número de observadores (figura de la derecha). Si bien tuvo un accidentado aterrizaje 
(se lastimó gravemente la espalda), su vuelo se consideró exitoso. Esta hazaña pudo 
ser repetida muchos años después por el monje inglés Eilmer of Malmesbury, quien 
con un planeador construido con los mismos materiales (madera y plumas) se arrojó 
de una torre de reloj y logró un vuelo de 200 m. Su aterrizaje no fue mejor que 
el de Ibn Firnas, pues se fracturó las dos piernas en el intento.
Varios 
otros intentos similares se dieron durante los primeros años, no todos tan exitosos. 
Los primeros diseños de artefactos capaces de volar eran realizados más copiando 
la forma de vuelo de las aves que mediante un método científico. Cabe resaltar, 
sin embargo, el trabajo del artista e ingeniero italiano Leonardo Da Vinci, quien 
realizó estudios detallados del vuelo de las aves y varios diseños de artefactos 
voladores más pesados que el aire (figura de la izquierda).
Sin embargo, 
el espíritu aventurero de los primeros pioneros puso a la humanidad en el camino 
correcto. El deseo de los hombres por volar solo podría, gracias a ellos, aumentar.
El siglo XVIII, la época del globo
El primer avance 
significativo hacia el vuelo lo consiguieron los hermanos Jacques Étienne y Joseph 
Michel Montgolfier. Ellos dedujeron que, dado que el humo siempre subía, si atrapaban 
una considerable cantidad de humo en algún contenedor lograrían volar (ellos no 
sabían que no era el humo, sino el aire caliente, lo que lograba la elevación). 
La primera demostración de su invento (no tripulada) la hicieron en Annonay, Francia, 
el 4 de Junio de 1783. Varias demostraciones siguieron ese año incluyendo uno en 
el cual elevaron una oveja, un pato y una gallina ante el rey Luis XVI de Francia. 
También ese mismo año se realizó el primer vuelo en globo tripulado por seres humanos. 
Jean François Pilâtre de Rozier realizó un vuelo experimental en un globo construido 
por los hermanos Montgolfier que se encontraba atado a tierra. Se elevó 26 metros. 
El 21 de Noviembre de 1783 se realizó el primer vuelo libre tripulado de la historia, 
también en un globo Montgolfier tripulado nuevamente por Pilâtre de Rozier, esta 
vez acompañado por el marqués François Laurent d'Arlandes (figura de la derecha). 
El vuelo tuvo una duración de 25 minutos, durante los cuales se recorrieron 13 km 
y se alcanzó una altitud de 914 m.
Muchos vuelos siguieron a estos, y poco 
a poco se fueron rompiendo los récords de altitud y distancia. El 7 de Enero de 
1785, el francés Jean-Pierre Blanchard y el estadounidense John Jeffries cruzan 
el Canal de la Mancha en globo. Para ese entonces ya se conocía lo que verdaderamente 
causaba la elevación, el aire caliente. En 1793 se realizó el primer vuelo en globo 
en sobre suelo norteamericano, en Filadelfia. Este vuelo también lo realizó Jean-Pierre 
Blanchard.
El siguiente año, 1794, vio el primer uso militar que se le dio 
a vehículos voladores. El globo l'Entreprenant se utilizó por primera vez para misiones 
de reconocimiento de las fuerzas austríacas en la batalla de Fleurus. Después se 
formaron dos compañías de reconocimiento, pero se disolvieron al año siguiente.
El siglo XIX, los primeros aviones
El siglo XIX se caracterizó 
por la aumento del uso de los globos y dirigibles. Sin embargo también durante estos 
años se realizaron los primeros diseños de vehículos voladores más pesados que el 
aire. Uno de los primeros diseños fue hecho por Sir George Cayley en 1804. A diferencia 
de muchos pioneros anteriores, George Cayley se dedicó al estudio del vuelo desde 
una perspectiva científica. De hecho es considerado el primer científico de la historia 
de la aviación. Notablemente se le atribuye el descubrimiento de la fuerza producida 
por el aire al fluir por encima de una superficie curvada, que empuja la superficie 
hacia arriba. Esta fuerza después fue conocida como sustentación. En realidad George 
Cayley hizo una gran contribución a la ciencia aeronáutica.
En 1848 William 
Henson y John Stringfellow construyen el carruaje aéreo de vapor (figura de la izquierda), 
que realiza un vuelo de 40 metros antes de estrellarse contra un muro. George Cayley 
hizo intentos similares, pero con vehículos no motorizados. El primero de ellos 
en 1849, en el cual hizo volar a un niño de 10 años, y el segundo en 1853, en el 
cual voló su cochero. Estos vuelos fueron exitosos. Otros vuelos importantes en 
esta época fueron realizados por el carpintero austríaco-húngaro Jan Wnęk en un 
planeador controlable, el francés Jean-Marie Le Bris y su Albatross, y el francés 
Felix du Temple y su Monoplano. Otro personaje importante en esta época fue el pionero 
inglés Francis Herbert Wenham quien, si bien no pudo construir un modelo exitoso, 
realizó importantes descubrimientos en el campo de la aeronáutica. Construyó, además, 
el primer túnel de viento.
Los años posteriores a 1880 se caracterizaron 
por intensos estudios y un mayor desarrollo de la ciencia del vuelo. Estos estudios 
y avances finalmente dieron como resultado la construcción de los primeros planeadores 
de uso práctico. En particular destacó el alemán Otto Lilienthal.
		
Lilienthal 
realizó una investigación muy extensa, basándose en el trabajo de Wenham. Este trabajo 
fue publicado en 1889 con el nombre de El vuelo de los pájaros como base de la aviación. 
Además diseñó y construyó diversos planeadores, cada uno con mejoras significativas 
respecto al anterior. El más conocido se llamó Derwitzer, debido a que fue probado 
cerca de Derwitz, en Brandeburgo. Para el año 1891 podía realizar vuelos de más 
de 25 metros sin dificultad. Lilienthal documentó extensivamente todos sus vuelos, 
incluso con fotografías, razón por la cual es uno de los pioneros más conocidos 
de la época (figura de la derecha).
Lamentablemente el año 1896, después 
de haber realizado más de 2500 vuelos exitosos, se precipitó a tierra cuando una 
ráfaga de viento rompió el ala de su planeador. Cayó desde una altura de 17 metros 
y se fracturó la columna. Falleció al día siguiente en una clínica en Berlín, el 
10 de Agosto de 1896. Sus últimas palabras fueron: "pequeños sacrificios deben hacerse".

	
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