Portal Aeronáutico
del Guajiro
Nunca Arriba, Nunca Abajo, Siempre Iguales
Douglas DC-3
El Douglas DC-3 Skytrain es un avión que revolucionó el
transporte de pasajeros en los años 1930 y 1940. Fue desarrollado por un grupo
de ingenieros encabezados por Arthur E. Raymond y voló por primera vez en 1935.
Su desarrollo se debió en parte por la competencia que representó la
aparición del Boeing 247, un avión con características similares, hacia 1933.
Sin embargo, las prestaciones que ofrecía el Douglas DC-3 le hicieron merecedor
del lugar que ocupa en la historia.
La compañía Douglas vendió 400 de
estos aviones a las principales compañías de aviación de la época y rápidamente
desplazaron al tren en los viajes de larga distancia dentro de los Estados
Unidos de América.
Con este avión, Douglas intentó comenzar una nueva
etapa dentro de la aviación civil, ofreciendo niveles de comodidad nunca antes
experimentados por los viajeros, acostumbrados a espacios poco amables, de
difícil acceso y en los que pocas veces se podía conciliar el sueño. Sin
embargo, muchos de estos viajes de lujo, fueron desapareciendo conforme las
aerolíneas no pudieron costear el ofrecer dichas comodidades. No obstante, la
sensación de seguridad, la quietud de la estructura y las condiciones de vuelo
propias del aparato, distaban mucho de aviones convencionales de la época,
otorgando confianza a sus ocupantes. Esto significa que gracias a su velocidad,
mantenimiento, rango de alcance, y desempeño, el DC-3 fue el primer avión civil
comercial exitoso para sus dueños sin tener que sacrificar la comodidad de sus
pasajeros.
Durante la Segunda Guerra Mundial muchos de estos aviones
fueron reconvertidos para su uso militar y se construyeron miles de unidades de
variantes de este avión denominadas C-47, C-53, R4D y Dakota. Las fuerzas
armadas de muchos países lo utilizaron para el transporte de tropas, de carga o
como aviones enfermería. Se produjeron unas 15.000 unidades, algunas sin
licencia como el Showa L2D japonés o el Lisunov Li-2 soviético.
Lisunov Li-2.
Tras la contienda, miles de estos aviones fueron reconvertidos para uso
civil y convirtieron al DC-3 en el equipamiento estándar durante muchos años de
todas las compañías de aviación del mundo.
Entre muchas curiosidades se
encuentra el que sea el único avión de tren retráctil en el mundo capaz de
aterrizar con sus ruedas guardadas sin dañar las superficies o las hélices. Esto
se debe a que cuando se guarda parte del sistema sobresale unas 15 pulgadas, ya
que tiene (como muchos aviones de la época) sus trenes principales alojados en
un compartimiento inferior del carenajede los motores. Si al presentarse una
falla hidráulica, los trenes principales no descendían de su posición, era
posible de todos modos que el suelo hiciera contacto con ellos si era posible
apagar los motores y dejar sus hélices detenidas en una "Y" invertida. De esta
manera se podía aterrizar de forma segura, sin dañar los motores y sin exponer
la estructura.
Otro hecho curioso es que a partir de la invención del
motor a reacción, de la llegada del jet, y de la introducción posterior de los
motores turbohélice, surgieron diversos tipos de aeronave con la misión de
reemplazar al DC-3 como principal caballo de trabajo de las aerolíneas
comerciales, del transporte de carga y correo y de la joven aviación civil
privada. Todo ello impulsado también por el reemplazo de los motores radiales
como principales motorizaciones para los aviones, ya que se empezó a disponer de
opciones más potentes y confiables como las turbinas o más rentables y con menor
consumo de combustible como los motores de cilindros opuestos. Sin embargo, y
muy a pesar de las ventajas que presentaban las nuevas versiones para el
transporte aéreo masivo, muchas desaparecieron en el olvido de la historia bajo
distintas circunstancias, mientras que el Douglas DC-3 continúa aún volando en
algunos países, e incluso existen versiones remotorizadas a turbohélice. Este
hecho lo convierte para muchos en el mejor avión que haya visto el siglo XX ya
que a pesar de todo, ha volado ya más de setenta años en todos los lugares del
mundo, siendo un icono de los tiempos pasados y presentes de la aviación.